Tras más de 25 años en la factoría de Mercedes-Benz, Villamor asumió el desafío de dirigir uno de los proyectos con mayor impacto innovador sobre la industria local y vasca de todos los que se están gestando en los tiempos recientes. BAM, dedicado al desarrollo y testeo de nuevas tecnologías para la automoción, tiene como gran objetivo impulsar la competitividad no solo de la mayor empresa de la CAV, una de sus tres socias fundadoras junto a Gestamp y Mondragon, sino de todo el sector del territorio. ¿De qué manera? “Fomentando el encuentro entre la investigación, la formación, que es la transferencia del conocimiento, y la parte industrial”, responde esta ingeniera mecánica y licenciada en empresariales. BAM ya trabaja en proyectos concretos, la mayoría aún confidenciales, en los ámbitos de la robótica avanzada, la virtualización de procesos o el gemelo digital, mientras su equipo técnico gana integrantes y se forma. A finales de año llegará el siguiente gran punto de inflexión para el centro, alimentado también por una fuerte inversión pública, con su traslado a su futura sede de Jundiz, ahora en construcción. Serán 14.000 metros cuadrados que tomarán el relevo de sus dos modestas oficinas actuales.

¿Podría dar algún ejemplo concreto de todo lo que están trabajando en estos primeros pasos de BAM?

Ahora nos estamos focalizando en varios casos de uso, en proyectos piloto tanto en fabricación avanzada como en digitalización de procesos o sostenibilidad. Por ejemplo, estamos diseñando un centro de ergonomía, con aplicación de software inteligente y exoesqueletos para simular, virtualizar y optimizar los montajes manuales de los vehículos. Si se aplica esta tecnología, que es bastante novedosa, tendríamos la posibilidad de reducir las lesiones de los operarios y reducir el absentismo, que es un gran reto en todo el mundo de la automoción. Aquellas empresas vascas que lo utilicen en sus procesos serían más competitivas en costes. 

¿Qué va a aportar BAM, en general, a la industria alavesa?

BAM debe ser una plataforma en la que ayudemos a avanzar a cualquier empresa que se acerque a nuestro edificio en la transformación digital. Facilitarles la adopción de innovaciones en sus procesos, haciéndoles pequeñas simulaciones, testeos, de tal manera que luego se quiten el miedo a invertir e innovar. Y también, formando personal, equipos, en tecnologías de vanguardia. No todo el mundo domina la robótica avanzada, o no sabe cómo aplicar la gestión de datos o la inteligencia artificial a los procesos... Para eso, tendremos cursos especializados que ayudarán a esas empresas rápidamente a capacitarse.

Mariluz Villamor, directora de BAM, durante su entrevista con NOTICIAS DE ÁLAVA.

¿Y en el caso de Mercedes?

Principalmente, la colaboración que están buscando con nosotros es para reforzar su capacidad en desafíos tecnológicos que tienen ahora mismo, sobre todo de cara a la fabricación del nuevo vehículo eléctrico, a automatizar sus procesos y en temas de sostenibilidad. De alguna manera, ayudamos a Mercedes a asegurar su liderazgo en el mercado global. 

Tras la propia Mercedes, Gestamp y MB Sistemas, ¿contemplan la entrada más o menos inmediata de nuevos socios al proyecto?

El objetivo es ampliar la red hacia la mitad de 2025. Estamos ya sentando las bases para ello y, además, hemos tenido algunas conversaciones con empresas líderes. El objetivo final es fortalecer el ecosistema automotriz en Álava y atraer nuevos proyectos innovadores al territorio. 

“El objetivo es ampliar la red de socios de BAM hacia la mitad de 2025; se han acercado aquí empresas incluso internacionales”

¿Hablamos entonces de empresas de fuera del territorio?

Hemos empezado hablando con empresas locales y después se han acercado también aquí algunas nacionales e incluso internacionales. Lo que les exigiremos siempre para poder entrar, como requisito, es que tengan un centro de trabajo en el País Vasco. 

En su día se mostró abierta a una posible colaboración con Basquevolt. ¿Alguna novedad al respecto?

Cuando cerremos el modelo de adhesión de nuevos socios empezaremos a ver si también Basquevolt cumple los requisitos o tienen interés en participar en BAM.

BAM es también una academia. ¿Con qué iniciativas han comenzado en esta ‘pata’ del proyecto?

BAM Academy es uno de los tres pilares de este proyecto y su objetivo es transferir el conocimiento que generemos dentro de la investigación y de los proyectos colaborativos. Esa transferencia la haremos en cursos especializados, tanto en robótica como en analítica de datos o fabricación avanzada. Habrá cursos para estudiantes y para profesionales que quieran avanzar en esa área. Y también másters. Aparte, estamos mirando programas con los que nosotros podamos certificar en tecnologías. 

“Veremos si en BAM Academy nos quedamos en los dos máster previstos o hacemos uno tercero en Sostenibilidad”

¿Dónde se impartirán todas estas formaciones?

Todo esto ya se impartiría en el nuevo edificio, donde habrá una área con aulas específicas y se dará principalmente una formación dual. De tal manera que, además de esa parte teórica, esté siempre la posibilidad de bajar al laboratorio y estar trasteando con medios científico-tecnológicos de última generación. Será un modelo de formación muy práctico, muy adaptado a las necesidades de la industria. Queremos que al menos el 50% de los profesores sean expertos de la industria, responsables de área de alguna empresa de automoción. 

¿En qué plazos se mueven?

Tenemos el diseño ya muy avanzado tanto de los cursos especializados como del primer máster. 

Se sabe que ese máster será en Tecnologías Avanzadas de Fabricación.

Sí, y la idea es que arranque en septiembre de 2026 en el edificio BAM. Se ofrecería a estudiantes y también a profesionales que estén trabajando en esas áreas. Todavía no hemos seleccionado la universidad con la que lo vamos a impartir, pero será una universidad vasca de prestigio. Luego en el futuro la idea es hacer otros máster relacionados con la ciberseguridad industrial y también con temas de movilidad sostenible. 

“Las obras de la nueva sede marchan a buen ritmo; recientemente ha salido a licitación la habilitación completa del edificio”

Siendo Mondragon uno de los tres socios de BAM, ¿no sería la opción más lógica para impartirlo? 

Aún no está decidido. Puede ser una de las opciones, como hay otras.

Dice que ya están pensado al menos en otros dos máster.

El segundo yo creo que será Ciberseguridad Industrial, arrancando un año más tarde, en septiembre de 2027. Y luego ya, progresivamente, veremos si nos quedamos ahí o hacemos uno tercero en Sostenibilidad. A partir de ahí veremos si hay demanda de alguna área más o no. 

¿Cuántas plazas tendrán?

Entre 20 y 25. 

¿Cómo marchan las obras de su nueva sede física?

Marchan a buen ritmo. Se prevé que terminen para finales de 2025. Recientemente, de hecho, ha salido a licitación pública la habilitación completa del edificio. En el nuevo edificio tendremos laboratorios de última generación con celdas de soldadura avanzadas, robots y diferentes tecnologías, áreas de coworking y un centro de formación especializada donde se darán los cursos. Será una zona aparte de las aulas donde se impartirá el máster. Mayoritariamente, la parte de abajo van a ser laboratorios, áreas con equipos informáticos para simular procesos o el centro de ergonomía. Y también áreas libres donde se podrá testear cualquier proceso que requiera un cliente de BAM. Serán 11.000 metros cuadrados, a los que se sumarán otros 3.000 en una entreplanta que servirá para oficinas y zona noble.  

¿Qué va a suponer tener su sede junto a la futura terminal de mercancías de Jundiz?

Estar allí nos va a permitir el envío desde nuestras instalaciones de cualquier muestra o pieza que queramos testear, lo que nos va a hacer toda la logística bastante más sencilla en tiempos. Es una ubicación muy estratégica que refuerza nuestra apuesta por la sostenibilidad, por soluciones de transporte más eficientes.