"Todo puede cambiar en segundos, pero unos segundos no pueden acabar con lo construido en 200 años", decía Lascaray-LEA cuando se cumplía un mes del voraz incendio que arrasó sus instalaciones. Esa voluntad de renacer estuvo presente prácticamente desde el día siguiente al suceso y apenas una semana después del incendio, la empresa anunciaba que ya había localizado una nave para retomar la actividad de forma temporal "aproximadamente" a finales del tercer trimestre.

Y así ha sido. Según ha anunciado la empresa en un comunicado, ayer se reactivó la producción en las instalaciones habilitadas "en tiempo récord" en el polígono de Gamarra. Este será un paso previo a la espera de la construcción de una nueva fábrica definitiva, "cuya ubicación aún no está cerrada".

Nos habíamos quedado sin nada. Solo cenizas entre los dedos, pero teníamos claro que contábamos con las personas -por su capacidad y compromiso humano- para poder volver a levantar la empresa y lo hemos logrado en un tiempo récord. Las instituciones nos han acompañado y hemos podido cumplir con todos los trámites burocráticos preceptivos para poder reanudar la actividad”, ha explicado la dirección.

Lascaray-LEA retoma la producción tras el incendio que arrasó su fábrica el pasado junio. Cedida

Producción en el área cosmética

Estas nuevas instalaciones, de 13.000 metros cuadrados, además del área administrativa, albergan departamentos esenciales como el de calidad e innovación y las instalaciones fundamentales para producir con normalidad: salas blancas, líneas de fabricación, envasado, empaquetado, almacén y logística.

La reanudación de la actividad supone el retorno a sus puestos de trabajo, en el área cosmética, de un centenar de los ciento veinte profesionales de Lascaray-LEA. La veintena de trabajadores restantes, vinculados fundamentalmente al área de oleoquímica, más compleja en su puesta en marcha, permanecen en ERTE.

En este sentido, y dada esa mayor complejidad técnica y tecnológica que hará necesario más tiempo para poner en marcha ese área, la empresa ha ofrecido a estos trabajadores diferentes opciones "de cara a que tengan el mejor de los acomodos hasta que se pueda reanudar la actividad correspondiente", desde la integración en el área cosmética a la colocación en otras compañías o la negociación de extinciones . “Siempre lo hemos dicho, somos una familia que no deja atrás a nadie. Y menos ante una catástrofe como la que todos hemos tenido que sufrir”, insiste la empresa.

"Renacimiento"

“Iniciamos esta nueva etapa con humildad, pero también con convicción: la de seguir ofreciendo lo mejor de nosotros, fieles a nuestros valores, a nuestros más de 200 años de historia y, sobre todo, a las personas que confían cada día en nuestra marca”, subraya Lascaray-LEA en su comunicado, en el que agradece también "la solidaridad recibida, profesionalidad y apoyo", que han sido, destaca, "fundamentales para que podamos decir con orgullo" que Lascaray-LEA "sigue adelante, más fuerte que nunca".

Esta reactivación de la producción es un hito más en el proceso de "renacimiento" que Lascaray-LEA activó casi desde el siguiente al incendio del 20 de junio pasado. Y es que solo tres días después de la catástrofe, la empresa anunciaba que recuperaba la distribución de pedidos desde su Centro Logístico y de Distribución de Jundiz.