Cada dos días una persona muere por suicidio en Euskadi. El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte no natural en Euskadi, un problema de salud pública del que apenas se habla y que sigue rodeado de estigma y tabú.

Con motivo del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, Vanesa Vadillo, gerente de ASAFES Vitoria, comparte las cifras más recientes y reflexiona sobre cómo abordar este fenómeno desde la sensibilización, el apoyo y la educación.

En 2024, 171 personas murieron por suicidio en Euskadi, 30 más que el año anterior. De ellas, 117 eran hombres y 54 mujeres

Así, en números, en 2024, 171 personas murieron por suicidio en Euskadi, 30 más que el año anterior. De ellas, 117 eran hombres y 54 mujeres. En Álava la cifra se mantuvo en 25 fallecimientos, aunque con un cambio significativo: mientras en 2023 se registraron 18 hombres y 7 mujeres, en 2024 los datos se equilibraron con 13 hombres y 12 mujeres.

“Por cada persona que muere por suicidio, al menos otras diez lo han intentado”, recuerda Vadillo. Y añade un dato que pone de relieve la magnitud del problema: las muertes por suicidio cuadruplicaron en Euskadi a las provocadas por accidentes de tráfico.

Vanesa Vadillo, gerente de ASAFES Vitoria, durante las jornadas organizadas en el Europa con motivo del Día Internacional para la Prevención del Suicidio DNA

Factores de riesgo

En este sentido, Vanesa Vadillo explica que el suicidio es “un hecho complejo y multifactorial”, y que es esencial conocer los factores de riesgo para poder prevenir.

Estos pueden ser personales –como padecer problemas de salud mental, dolor crónico, baja autoestima o tener antecedentes familiares–, pero también contextuales, como la precariedad laboral, situaciones socioeconómicas difíciles, violencia de género o falta de apoyos. Una señal especialmente grave, subraya, es haber intentado previamente suicidarse, sobre todo en el primer año posterior.

Preguntar de forma directa si la persona ha tenido ideas suicidas no incita a la conducta, sino que puede liberar y abrir un espacio seguro para hablar

En cuanto a las señales de alarma, Vadillo apunta a cambios en el estado de ánimo, conductas de aislamiento, descenso en el rendimiento escolar o laboral, alteraciones del sueño, consumo de sustancias o expresiones verbales preocupantes.

También son relevantes las “conductas de cierre”, como regalar objetos personales o despedirse a través de redes sociales. El acompañamiento cercano puede ser clave. “Ofrecer ayuda y apoyo sin juzgar, escuchar y validar el sufrimiento, transmitir esperanza”, recomienda Vadillo.

De hecho, preguntar de forma directa si la persona ha tenido ideas suicidas no incita a la conducta, sino que puede liberar y abrir un espacio seguro para hablar.

Además, en casos de riesgo alto, aconseja no dejar sola a la persona, retirar medios letales y pedir ayuda urgente. Una vez superado el momento crítico, la continuidad del contacto y el apoyo resultan fundamentales.

Al detalle

  • Cifras en 2024. 171 muertes por suicidio (117 hombres, 54 mujeres). 30 más que en 2023.
  • En Álava 2024. 25 muertes (13 hombres, 12 mujeres). Se mantiene la cifra total, pero suben los casos en mujeres.
  • Comparativa. Las muertes por suicidio cuadruplican las de tráfico en la CAV.
  • Factores de riesgo. Salud mental, antecedentes familiares, baja autoestima, dolor crónico, precariedad laboral, violencia, falta de apoyos.
  • Señales de alerta. Cambios de ánimo, aislamiento, bajo rendimiento, consumo de sustancias, conductas de cierre (regalos, despedidas), actividad en redes.
  • Cómo apoyar. Escuchar sin juzgar, preguntar directamente, transmitir esperanza, no dejar sola a la persona en riesgo.
  • Recursos en Álava. ASAFES (apoyo individual/familiar), Biziraun (grupos de apoyo), Osakidetza/profesionales de referencia, el Teléfono de la Esperanza.
  • ASAFES. En su primer seminario pasaron de 100 personas en 2019 a 800 en 2024; también tienen guía para centros educativos e incluso grupo de apoyo mutuo en Álava.
  • Trabajo en conjunto. Aidatu, Biziraun, Red Salud Mental de Álava, OSI Araba, Fundación Vital, instituciones y medios de comunicación.
  • Valoración. “Sin duda hemos conseguido dar muchos pasos y llegar a mucha gente, pero aún queda mucho por hacer más allá de la vida asociativa; hemos conseguido romper el tabú del suicidio en centros educativos”.


Ayuda

ASAFES ofrece orientación individual y familiar, tanto en casos de sospecha de ideación suicida como tras intentos previos o pérdidas. Además, la asociación Biziraun organiza grupos de apoyo para personas que han perdido a un ser querido por suicidio en los tres territorios de Euskadi.

“Aún cuesta pronunciar la palabra suicidio y comprender este fenómeno. Cada dos días fallece una persona en Euskadi por este motivo. Son demasiadas muertes que podían haberse prevenido”

Vanesa Vadillo - Presidenta de ASAFES

En situaciones de mayor necesidad, se recomienda acudir a Osakidetza o al profesional sanitario de referencia. La gerente de la asociación insiste en que las familias y amistades son actores clave: “Deben conocer las señales de alerta, desechar los mitos que entorpecen la prevención y saber cómo proteger a la persona y dónde pedir ayuda”.

Desde ASAFES, los objetivos son claros: romper el estigma y ofrecer apoyo. Vanesa Vadillo recuerda cómo en 2019 organizaron su primer seminario, al que asistieron 100 personas. Este año, en cambio, han llegado a más de 800 en modalidad presencial y online.

También destacan iniciativas como la guía para centros educativos elaborada con Aidatu, el grupo de apoyo mutuo para supervivientes en Álava o la creciente implicación de los centros escolares, que ahora solicitan charlas sobre prevención del suicidio.

“Sin duda hemos conseguido dar muchos pasos y llegar a mucha gente, pero aún queda mucho por hacer más allá de la vida asociativa”, afirma. Cabe destacar también que el trabajo de ASAFES se ha nutrido de la colaboración con asociaciones como Aidatu y Biziraun, con la Red de Salud Mental de Álava, OSI Araba, Fundación Vital, administraciones públicas y medios de comunicación.

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“Hemos creado una red importante en Álava para la prevención del suicidio”, resume Vadillo. Aún así, “falta mucha educación en este tema”. “Aún cuesta pronunciar la palabra suicidio y comprender este fenómeno. Cada dos días fallece una persona en Euskadi por este motivo. Son demasiadas muertes que podían haberse prevenido”.