La ikastola pública Umandi está de celebración. Se cumplen 50 años desde que abrió sus puertas en 1975. En concreto, entre finales de 1973 y principios de 1974, varias personas —algunas de ellas integrantes de la Asociación Cultural Lantzale— comenzaron a gestar la idea de abrir una ikastola de educación infantil en la capital alavesa. El objetivo era claro: poner en marcha una pedagogía progresista que impulsara el uso del euskera en la enseñanza.
Todo ello en un contexto político marcado por los últimos coletazos del franquismo, un periodo que enfrentaron con ilusión y determinación para superar las numerosas barreras. A esta ikastola se le dio el nombre de “Umandi”, apodo de Andoni Karmelo Urrestarazu, natural de Araia y reconocido euskaltzale alavés. Así, en marzo de 1975, un grupo de siete niños inició su andadura en Umandi. El proyecto fue creciendo hasta convertirse, en 1993, en un colegio público que ha seguido promoviendo el euskera en el barrio de Lakua-Arriaga.
41 años de profesora
Una de las personas que ha vivido en primera persona la evolución de esta ikastola es Arantza Iparragirre, quien fue irakasle durante 41 años y también madre de alumnos del centro. “Me siento muy privilegiada de haber trabajado en Umandi”, afirma. “Es el fruto de muchísimos años de esfuerzo para sacar adelante una idea que era el sueño de unos locos maravillosos”, comenta en alusión a los pioneros del centro.
“Al principio, la ikastola se instaló en un chalet de la calle José Lejarreta, y fueron las propias familias quienes lo organizaron todo”
Según cuenta Iparragirre, la idea era crear una ikastola con una metodología innovadora que, en aquel momento, no existía en Álava. Uno de sus rasgos distintivos era su carácter laico y su apertura a toda la ciudadanía. “Al principio, la ikastola se instaló en un chalet de la calle José Lejarreta, y fueron las propias familias quienes lo organizaron todo”, recuerda.
Ese espíritu colectivo se ha transmitido de generación en generación, manteniendo vivas las señas de identidad de Umandi. “A lo largo de estos años, todas las personas y familias que han ido incorporándose han trabajado en favor de aquella idea inicial, sintiéndose siempre muy integradas en la comunidad”, valora Iparragirre.
Iniciativas culturales y deportivas
Durante sus cinco décadas de historia, la ikastola Umandi ha consolidado una comunidad cohesionada gracias a iniciativas culturales y deportivas. Uno de los ejemplos más significativos son las excursiones al monte, organizadas por los padres de los hermanos Pou, alpinistas de renombre. “Eran una familia de Umandi y, junto con el profesorado, organizaban las salidas para que participaran las familias, fomentando así la convivencia y el sentimiento de pertenencia”, explica Arantza.
Con motivo del 50 aniversario, el exalumno Beñat Fontaneda ha realizado un documental que recoge distintos momentos de la trayectoria de Umandi, además de testimonios, imágenes de archivo, grabaciones y reflexiones actuales. La cinta se proyectó por primera vez la semana pasada, pero este jueves a las 18.00 horas volverá a emitirse en el salón del Centro Cívico de Arriaga. El acto contará con la actuación del alumnado de Umandi, que interpretará la canción de la ikastola. Además, hasta el 14 de junio puede visitarse una exposición fotográfica en el mismo centro cívico, y ese mismo día se celebrará también la fiesta de la ikastola en las propias instalaciones de Umandi.