El Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) ha dado un nuevo paso en su "compromiso con la promoción de entornos seguros, igualitarios y libres de violencia sexista" con la aprobación y puesta en marcha de un protocolo propio de prevención e intervención frente al acoso sexual, por razón de sexo o por orientación sexual, expresión e identidad de género en el ámbito laboral.
Según ha detallado este martes el departamento foral de Políticas Sociales, el organismo da cumplimiento así a su I Plan de Igualdad 2023-2026, que recoge la elaboración de este documento.
Frente a cualquier forma de acoso
El objetivo del protocolo es establecer un marco normativo "claro y eficaz" para prevenir, identificar y abordar cualquier forma de acoso de ámbito sexual en los centros de trabajo del IFBS.
Para lograrlo, establece una serie de actuaciones para crear un espacio laboral respetuoso con la diversidad de las personas que fomente y asegure las relaciones igualitarias, y de defender el derecho que toda persona tiene a ser tratada con dignidad y respeto.
El acoso sexual, el acoso por razón de sexo y el acoso por orientación sexual y expresión de género en el ámbito laboral están reconocidos como una cuestión que afecta definitivamente a la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, constituyendo tres de las formas más devastadoras de la discriminación por razón de sexo o identidad sexual.
Es, a la vez, una violación flagrante de otros derechos fundamentales como la dignidad, la igualdad, la integridad física y moral, la libertad sexual y al derecho al trabajo y a la seguridad y salud en el trabajo.
84% de mujeres en plantilla
El IFBS es una institución claramente feminizada, con un 84% de mujeres en plantilla. Pese a ello, la entidad no es ajena a posibles situaciones de acoso, por lo que el protocolo responde a la necesidad de contar con mecanismos internos que permitan proteger los derechos fundamentales de las personas y de actuar de manera rápida y proporcional ante cualquier indicio de acoso.
Además de ofrecer una guía de actuación ante incidentes, el protocolo promueve una cultura de respeto y de tolerancia cero al acoso, y anima a toda la plantilla a actuar de forma proactiva en la detección de comportamientos inapropiados y a utilizar los canales establecidos cuando sea necesario.
Entre los aspectos más destacados, se encuentra la creación de una comisión de actuación frente al acoso, encargada de recibir y evaluar las denuncias o comunicaciones, así como de proponer medidas correctoras o de protección.
Este órgano garantiza la confidencialidad, imparcialidad y celeridad en los procesos, además de ofrecer acompañamiento a la persona afectada durante todo el procedimiento.
Canales seguros
Asimismo, se han habilitado canales seguros de comunicación para la recepción de posibles situaciones de acoso, tanto de forma verbal como escrita, y se establece un procedimiento claro de investigación interna, que respeta los principios de objetividad, protección a la víctima y garantía de los derechos de todas las partes implicadas.
También se contemplan medidas preventivas, entre las que destacan acciones formativas y campañas de sensibilización.
El protocolo para la erradicación del acoso se aplica a toda la plantilla, a las personas en formación y a aquéllas que realizan voluntariado. También, si el acoso lo sufren las personas usuarias de los centros y servicios del instituto foral.
De surgir algún caso que implique a profesionales de entidades externas colaboradoras con las que el IFBS mantenga un contrato, concierto o convenio, se coordinará qué protocolo aplicar, si el del instituto foral o el de la entidad.
Este documento se está difundiendo entre la plantilla para su conocimiento y, recientemente, se ha presentado a las personas responsables de centros y servicios, y mandos intermedios del IFBS.