Un segundo. Eso es todo lo que hace falta para que la vida de una persona cambie por completo. Un ictus, un golpe, una infecciónY, de pronto, esa persona pasa de tener una vida plena a no poder hablar, recordar o caminar. El daño cerebral adquirido (o DCA) irrumpe sin avisar y deja secuelas visibles e invisibles que transforman la vida de quien lo sufre y de su entorno. En España, más de 435.000 personas viven con DCA, una realidad tan común como poco conocida. Y, aunque suele asociarse a personas mayores, puede afectar a cualquiera, en cualquier momento.

DCA Araba, el apoyo de quienes conviven con el daño cerebral DNA

¿Qué es?

El DCA es consecuencia, en la mayoría de los casos, de un ictus, seguido por traumatismos craneoencefálicos, tumores o infecciones. Las secuelas pueden ser físicas, pero también invisibles: pérdida de memoria, dificultades en el lenguaje o problemas para planificar. Todo ello afecta tanto a quienes lo sufren como a su entorno familiar.

La labor de DCA Araba

En DCA Araba conocen bien esta realidad. Desde hace 30 años, esta asociación sin ánimo de lucro –única en su ámbito en Álava– ofrece atención integral a personas con daño cerebral adquirido y a sus familias. Su labor combina rehabilitación, acompañamiento emocional y asesoramiento social en todas las etapas del proceso: desde la hospitalización hasta la readaptación a la vida cotidiana.

"Hay que aprender a reconstruir y adaptarse a una nueva vida tras el daño cerebral”

Sandra Ibarrondo - Trabajadora de DCA Araba

Para abordar esta complejidad, DCA Araba cuenta con un equipo multidisciplinar formado por fisioterapeutas, logopeda, neuropsicóloga, terapeuta ocupacional, trabajadoras sociales e integradora social, además de 15 personas voluntarias. Su junta directiva mantiene un contacto constante con instituciones públicas, administraciones y empresas para visibilizar esta realidad y reclamar recursos y políticas de integración laboral y social. Una labor clave para que el DCA no suponga una doble exclusión: sanitaria y social.

En 2024, la entidad atendió a 239 personas con DCA y acompañó a 253 familias, desarrollando más de un centenar de actividades adaptadas a las distintas fases de la recuperación. Se trata de talleres, sesiones de terapia individual, programas de autonomía, salidas culturales, encuentros y espacios de respiro para quienes cuidan.

“No tratamos solo a pacientes. El Daño Cerebral Adquirido afecta también a sus familiares. Hay que aprender a reconstruir y adaptarse a una nueva vida tras el daño cerebral”, señala Sandra Ibarrondo, trabajadora social de la asociación.

Txoripintxo solidario

Este 28 de abril, el Txoripintxo solidario, organizado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, será una ocasión para sumar apoyos. Todo lo recaudado se destinará a sostener y ampliar los programas de DCA Araba. Porque detrás de cada pintxo, hay una historia de superación que merece ser apoyada.