La Fundación Sancho el Sabio ha incorporado estos días a su ya de por sí vasto catálogo un exhaustivo estudio de investigación sobre los apellidos alaveses que guarda múltiples curiosidades.
Por ejemplo, que Martínez fue el más común en el territorio entre los años 1500 y 1900 con más de 10.000 inscripciones, por delante de Pérez y García. O que, en el caso de los apellidos compuestos, Ortiz de Zárate, Ruiz de Azua, Ortiz de Urbina y Ruiz de Gauna completaron, justo en este orden, el particular top 4.
O que en Ayala prácticamente no existen –ni lógicamente existían– apellidos de este tipo, pues en la mayoría de los casos provenían de los nombres de los viejos caseríos de la zona, con ejemplos como Ugarte, Urkijo o Aldama. Una realidad compartida también con la zona de Aramaio.
Partidas bautismales
Este archivo, que ha bebido del análisis de las partidas bautismales emitidas en Álava a lo largo de esos cuatro siglos, ha sido obra del sociólogo, lingüista y demógrafo Mikel Marañón, que más allá de ser un apasionado de los apellidos dio inicio a esta investigación, casi sin quererlo, con la tesis de su licenciatura en Ciencias Políticas y Sociología elaborada en la década de los 70.
Marañón, profesor de la Universidad de Deusto entre 1972 y 1981, saltó después a la Administración Pública, donde trabajó como técnico y asesor en los ámbitos educativo, sanitario o cultural y fue director de Evaluación de Programas y Servicios Sociales en el Gobierno Vasco.
Cuando cerró las puertas de su despacho en Lakua hace 16 años, decidió crear Arabizenak, una creciente base de datos fruto de su concienzudo estudio estadístico y tipológico de los apellidos locales y alimentada, a su vez, del Archivo Diocesano de Álava o de otro extenso estudio del genealogista alavés Juan Vidal-Abarca.
“Lo mejor para el futuro”
Aunque en principio Marañón quiso hacer “una página web personal” con todo el material en su poder, finalmente tuvo que desechar esta idea. “El volumen era tan inmenso que me desbordaba”, reconoce el sociólogo, de 81 años, en conversación con NOTICIAS DE ÁLAVA.
Así que, finalmente, optó por depositarlo en la Fundación Sancho el Sabio, que dentro de su programa Ikerlariak permitirá a los investigadores interesados en demografía y onomástica que lo deseen tener acceso a este monumental trabajo.
"Algunas macro tablas estadísticas que he elaborado, por ejemplo la de Vitoria, tiene 6.000 apellidos distintos"
“Es lo mejor para el futuro, que esta investigación quede en depósito en una institución que pueda manejarla, controlarla y ponerla a disposición de investigadores, periodistas o público en general. Algunas macro tablas estadísticas que he elaborado, por ejemplo la de Vitoria, tiene 6.000 apellidos distintos a lo largo de estos cuatro siglos”, expone Marañón.
El sociólogo tomó en su día como referencia y punto de partida a este pasión su municipio natal, Kripan, donde allá por los años 70 realizó una recogida de datos y se sirvió de la metodología de la reconstrucción familiar.
Desarrolló a partir de ahí una labor de investigación sobre los cambios y la tasa de prevalencia de apellidos en el pueblo que posteriormente amplió a todo el territorio, aunque sus investigación también han salido fuera de la muga de Álava.
190 metros
Destaca en este punto su trabajo con los apellidos y linajes de Berbinzana (Navarra), el pueblo de su mujer, donde Marañón creó un árbol genealógico de nada menos que 190 metros con representación del 95% de los habitantes y que fue publicado en la web del municipio.
¿Y ahora? “El recorrido que espero que tenga el trabajo simplemente es que la Fundación lo conserve. Entre otras cosas, me gustaría de alguna manera presentarlo a profesores de la Facultad de Geografía e Historia para explicarles un poco la herramienta que hay ahí y las posibilidades terribles de análisis de artículos, de tesis, de artículos de revista... lo que le dé la gana hacer a la gente”, resume Marañón, que este pasado miércoles presentó públicamente en Gasteiz el resultado de su trabajo.