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Los hombres de la Llanada Alavesa trabajan por una nueva masculinidad igualitaria

La Lautada cuenta con un grupo de hombres que aboga por construir nuevas masculinidades igualitarias. Se reúnen quincenalmente en Agurain o en Heredia de la mano de Ongiz Elkartea-Ezberdin Zentroa

Los hombres de la Llanada Alavesa trabajan por una nueva masculinidad igualitariaEva San Pedro

La Lautada cuenta con un grupo de hombres alaveses que aboga por construir nuevas masculinidades igualitarias. Se ha puesto en marcha para trabajar a favor de la igualdad y sobre las masculinidades, la socialización de los hombres, así como las consecuencias que tiene en las mujeres, en los propios hombres y en la sociedad en general.  

El grupo lleva reuniéndose varios meses en diferentes espacios de la Llanada (Heredia y Agurain) de la mano de Ongiz Elkartea-Ezberdin Zentroa bajo la supervisión y dinamización de Alberto Relloso y Xabier Molinero. “A través de estos talleres, dirigidos a hombres de la Lautada, queremos trabajar en la deconstrucción del machismo, queremos buscar formar relaciones entre personas del mismo sexo y con el otro sexo lo más igualitarias y con el menor sexismo posible”, explican. 

El proyecto se puso en marcha el pasado verano con la organización de charlas abiertas para dar a conocer “qué son los grupos de hombres”. El objetivo principal es construir relaciones con uno mismo y con las demás personas lo más libres posibles de la influencia del patriarcado. “Consiste en revertir los condicionamientos sexistas que hemos recibido los hombres a través de la formación y sensibilización”, señalan.

Alberto Relloso y Xabier Molinero se encargan de supervisar y dinamizar el grupo de hombres de la Lautada

Nuestra intención es caminar hacia una masculinidad que se coloque fuera de las masculinidades patriarcales tradicionales y se base no en el abuso de poder y la violencia sino en el amor, el cuidado, el respeto y la cooperación”, apuntan.

Dinámicas

Se trata de sesiones abierta a los hombres de la Lautada de dos horas de duración donde se llevan a cabo diferentes dinámicas a través de la expresión del cuerpo o la palabra. “Los talleres cuenta con una parte teórica y otra vivencial donde los hombres pueden sensibilizarse con la necesidad de revisar nuestras masculinidades y también sensibilizarse con el daño que éstas producen en nosotros mismos, en las mujeres y en la sociedad en general”.

Xabier Molinero, Alberto Relloso y Gustavo Fernández Villate, del grupo de hombres de La Lautada en Marcha.

“Actualmente hay 16 personas interesadas y comprometidas en el grupo lo cual es un exitazo”, explican desde la organización. “El grupo es muy diverso, con gente que trae el tema muy trabajado, otros con interés, curiosidad y muchas ganas pero que de teoría feminista no saben tanto y por eso hemos empezado hablando de los términos generales como el género, los mandatos de género masculino…”, explican.

Al igual que en Estado, los grupos de hombres en Euskadi surgen en la década de los 80 y a principios de los 90. En esa época surgen diversos grupos de hombres por la igualdad que tienen una duración más o menos breve y es a partir del año 2000 cuando comienzan a generarse grupos de trabajo más permanentes como OnGiz en 2007, Grupo de Hombres por la igualdad de Álava en 2006 (disuelto en 2011), Piper Txuriak de Bilbao en 2008 o Zipriztitzen de Ermua en 2008, entre otros. El de la Lautada es de reciente creación y en la actualidad está conformado por 16 hombres de las diferentes localidades, edades, profesiones e idiologías que conforman la Cuadrilla de Llanada Alavesa. “Todos aportan algo”.

“Vivimos en un comarca que tiene un grado de concienciación feminista grande, que trabaja por la igualdad”

Su formación está favorecida porque existen hombres que ven la necesidad de trabajar a favor de la igualdad y sobre las masculinidades, la socialización de los hombres, así como las consecuencias que tiene en las mujeres, en los propios hombres y en la sociedad en general. “En el movimiento feminista surgen voces que apoyan las líneas de trabajo dirigidas a hombres y la creación de grupos de hombres, aunque se produce un debate importante sobre cuáles deben ser sus objetivos y su presencia pública que se mantiene hasta nuestros días”, explican desde el grupo. Desde los organismos y área de igualdad de las diferentes administraciones públicas, tanto locales como autonómicas, se comienza a realizar experiencias de trabajo dirigidas a hombres. Entre ellas, impulsar la creación de grupos de hombres que trabajen por la igualdad. 

El de Lautada tiene un doble objetivo. Por un lado, trabajar a nivel interno, creando un espacio donde reflexionar a nivel personal para analizar y deconstruir la socialización sexista y cómo afecta a su identidad, para cuidarse, formarse… en definitiva, para transformarse a nivel individual. Asimismo, trabajan formas de implicarse en un plano social y de reivindicación mediante acciones de calle, escritos, denuncias, posicionamientos de apoyo al movimiento feminista, a otros colectivos discriminados, participación en redes,…

Reflexión y práctica

En líneas generales, se considera al grupo como una herramienta fundamental para la capacitación, el desarrollo personal (en el sentido de cambio hacia modelos de masculinidad más igualitarios) y la transformación social. El grupo de hombres por la igualdad plantea como objetivo iniciar un proceso necesario de reflexión y práctica para lograr el cambio personal de los hombres hacia posiciones más igualitarias, como una estrategia complementaria y paralela al empoderamiento de las mujeres. También se propone el análisis crítico de la propia identidad de los hombres y su transformación. 

Un punto de partida de este grupo es el reconocimiento de que el patriarcado, como origen de una sociedad marcada por las injusticias y las desigualdades, sitúa a los hombres en una situación de ventaja por el mero hecho de serlo, por lo que plantean y reivindican estar dispuestos a perder privilegios para ganar en igualdad

“Muchas veces creemos que es más lo que sobra que lo que hay que incorporar. Identificas cosas que son tóxicas y que son nocivas para ti y para tu entorno y automáticamente viene a sustituirlas por otras”, señalan al tiempo que reconocen que “es un camino de desaprender”

Algunos de los ejes que el grupo de hombres de la Lautada tiene en marcha son el compromiso de los hombres con el cambio personal (expresión de afectos, gestión de la frustración, vivencia de la sexualidad, compromiso contra la homofobia...), la lucha activa contra la violencia hacia las mujeres y la discriminación por razones de género, asumir de forma igualitaria la responsabilidad en el cuidado de las personas, el apoyo, impulso y visibilización de modelos positivos de masculinidad (hombres cuidadores, pacíficos, sensibles...), el compromiso de los hombres con el cambio en el ámbito público (generar una masa crítica de hombres a favor de la igualdad, defender estrategias de conciliación, renunciar a espacios de poder para que sean ocupados por mujeres, propuesta de cambios legislativos...), entre otros.

En pro de la igualdad

Los retos y tareas de futuro del grupo son diversos. Configurar en la Lautada un grupo crítico de hombres implicados en pro de la igualdad que cuestionen la masculinidad tradicional y apuesten por formas de vida más igualitarias, hacer un discurso favorable a la igualdad que conecte con la diversidad actual de los hombres, establecer complicidades y trabajos comunes con el movimiento feminista, mantener una constante tensión autocritica para no caer en la autocomplacencia, señalar con claridad las ventajas que por ser hombres esta sociedad concede a la mayoría de ellos y subrayar que la renuncia a esos privilegios es un punto de partida imprescindible en el avance de la igualdad o tener una presencia clara y pública contra la violencia machista, entendiendo por ésta la relación de poder desigual implícita en el machismo, entre otros.

El formato es un ciclo que se traduce en tres años de formación y otros tres de concienciación. Después de esto se pasará a una fase de autodinamización. “La mayor aportación que podemos hacer a la igualdad es desde la practicidad. Muchas veces eres lo que demuestras ser. Si estás en un momento de intentar cambiar las cosas y de ser manera diferente, tú eso lo trasladas, el entorno lo ve y eso es la mayor aportación. Para reivindicar cambios colectivos hay varias opciones, pero los cambios individuales tienen pocas opciones de trasladarse. El cambio en los demás también puede venir por el ejemplo que das”, señala Gustavo Fernández Villate, presidente de la Cuadrilla de Llanada Alavesa y participante en las sesiones. 

“Se trata de hacer una especie de revolución masculina silenciosa porque bastantes revoluciones ruidosas hemos hecho los hombres a lo largo de la historia con un montón de muertos y heridos y esta vez nos toca que sea silenciosa y que tenga un efecto transformador”, señala Xabier Molinero. “En un comarca como la de Llanada Alavesa todo es más cercano, es más complicado que el hombre se acerque por el qué van a decir, pero también tiene otra cara. Cuando se conocer la labor que hacen esos hombres tiene mayor impacto porque todo es más cercano”, señala Gustavo Fernández Villate. De cara al futuro el grupo tiene “mucha ilusión porque hay muchas ganas y que esto crezca”.

“Considero que vivimos en un comarca que tiene un grado de concienciación feminista grande, que trabaja por la igualdad con ejemplos como la asesoría sobre sexualidad, el acompañamiento a víctimas que han sufrido violencia machista, el protocolo interno de la Cuadrilla frente a las agresiones en el trabajo o el futuro tercer plan de igualdad de la Llanada,… y cuando se nos propuso esta opción vimos que era un aspecto que no teníamos trabajado y nos parecía de interés para aquellos hombres que piensan en esos tema y quieren hacer algo a nivel personal y cómo pueden aportar hacia un mundo diferentes”, argumenta Fernández Villate al tiempo que reconoce que “nuestra intención es que el grupo continúe por que el trabajo es positivo”.