8 consejos para aliviar la depresión

La depresión se caracteriza por una profunda tristeza, pérdida de interés o placer en actividades habituales, y una notable disminución de la energía. Otros síntomas comunes incluyen alteraciones del sueño, cambios en el apetito, problemas de concentración, sentimientos de inutilidad o culpa, y pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio. Afecta tanto a hombres como mujeres, de cualquier edad, siendo crucial su diagnóstico y tratamiento temprano.

Mantener una rutina regular de hábitos básicos de salud

Aunque la depresión le empuje a tener una actitud muy pasiva es importante establecer y mantener una rutina diaria que le ayude a combatir el desorden emocional. Dedicar tiempo a actividades como el trabajo, el ejercicio y el ocio puede mejorar el estado de ánimo y la autoestima. No se trata de pensar “tengo que”, sino de programar tiempo para esas actividades. “De tal a tal hora voy a hacer esto”.

Mantener rutinas saludables, incluidas las del ocio, ayudan a aliviar la depresión. Cedida

Ejercicio físico

Moverse o hacer ejercicio es muy efectivo en la reducción de los síntomas depresivos. Salir a caminar, correr o nadar liberan endorfinas endógenas que aumentan la sensación de bienestar. No se trata de ejercicio para “ponerse en forma”. No. Haga algo que le divierta, que le guste hacer. A nivel psicológico, ayuda también a recuperar la sensación de disfrute. Recuerde mantener contacto físico y sexual. 

Ocio y diversión

Es importante salir, sobre todo a la naturaleza. Volver poco a poco a hacer las cosas que le gustan: salir, hacer un viaje, ir al teatro, quedar con amistades… Estas actividades le permiten reforzar sus lazos sociales y afectivos. Pruebe a empezar cosas pequeñas, poco a poco, aunque sea sin ganas. Puede ser ir a tomar un café a su cafetería favorita, dar un paseo por el humedal, o salir a conocer un pueblo de Álava. Iniciar la actividad sin esperar a tener ganas. 

Salir a caminar o recuperar aficiones ayudan a aliviar la depresión Cedida

Apoyo social

La depresión tiende a reducir al mínimo las interacciones sociales. En los casos más graves, algunas personas llegan a encerrarse en casa, lo que puede empeorar la situación. Mantener relaciones sociales sólidas y buscar el apoyo de familiares y amigos es crucial. Familia, amistades y profesionales deben de preguntar a quien sufre qué necesita de ellos. 

Alimentación saludable

Lo que coma influye mucho en su estado emocional y físico. Cuidar la alimentación, mimarse de manera saludable con alimentos ricos en omega 3 y ácido fólico, puede contribuir a aliviar los síntomas de la depresión. Evite la llamada “comida basura”, que responde más a una necesidad emocional y no es nutritiva.

Limitar el consumo de alcohol y evitar drogas

El alcohol y las drogas agravan la depresión. La sensación de evasión que producen al principio es muy pasajera, pero, a medio y largo plazo, empeoran los síntomas tanto psicológicos como físicos. Por eso es fundamental limitar o eliminar por completo su consumo.

Desarrollar habilidades de manejo del estrés

La depresión también podría ir acompañada de otros trastornos como la ansiedad o estrés. Aprender técnicas de meditación, yoga o técnicas de respiración le puede ayudar a manejar mejor estos síntomas si se presentan. 

Buscar ayuda profesional

Hay que desterrar la idea de que tiene depresión porque ha hecho algo mal o que hay algo mal con usted. Segunda idea a desterrar: ir a terapia es cosa “de locos”. La depresión es un trastorno mental con tratamiento que se puede superar. Si le impide llevar una vida normal, si afecta a su familia o su día a día, es momento de acudir al médico de familia o al profesional de la psicología. El profesional podrá valorar si precisa o no tratamiento psicológico (psicoterapia), con o sin medicación específica por un médico.