Cubrir parte del tiempo de ocio entre juegos de azar y videojuegos no es sólo cosa de adultos, sino que esta práctica, que de entretenimiento puede derivar en adicción, también se da entre jóvenes y adolescentes. Los últimos datos publicados por el Observatorio Vasco del Juego que ha podido consultar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, señalan que “un 24,7% de la población vasca reconoce haber tenido sus primeros contactos con el juego de azar antes de los 18 años”. Un dato a destacar teniendo en cuenta que las personas menores no pueden jugar, tal y como rige la normativa actual. 

Asimismo, otro de los puntos que resalta el informe es el auge de los juegos online entre los jóvenes de entre 18 y 24 años, destacando el “poker online” como su juego preferido. De igual forma, las cartas, las salas de apuestas, los casinos y la lotería instantánea–en la que participa un 15,4% de los estudiantes– , también resaltan como las prácticas más comunes entre estos grupos de edades.

Además, estos jóvenes son quienes más tiempo dedican al juego de azar, para ser precisos, entre una y tres horas a la semana. En la misma línea, “la presencia de problemáticas relacionadas con el juego aumenta paulatinamente según disminuye la edad”. Tal y como exponen los datos, los problemas han aumentado un 4,5% entre jóvenes de 18 y 24 años mientras que, en las personas igual o mayores de 65 años lo han hecho un 0,9%.

Asajer

“El jugar a juegos de azar y apuestas es una decisión que se debe tomar teniendo en cuenta no sólo la idea de ganar y el yo sé, sino también conociendo los riesgos y las consecuencias"

Todo ello también ha sido recogido en la Guía para adolescentes y jóvenes, juegos de azar y videojuegos elaborada por la Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación (Asajer), que trata de ayudar a las personas afectadas por la adicción a los juegos de azar y sus familiares. Tal y como destapa la propia guía, “ganar dinero, la curiosidad, el entretenimiento, la búsqueda de sensaciones nuevas o por hacer algo diferente” son algunos de los motivos por los cuales estos jóvenes recurren a estas practicas.

“El jugar a juegos de azar y apuestas es una decisión que se debe tomar teniendo en cuenta no sólo la idea de ganar y el yo sé, sino también conociendo los riesgos y las consecuencias de una conducta que, descontrolada o bajo el pensamiento de yo controlo, puede llegar a tener”, apuntan desde la asociación. 

En este marco, algunas de las diferencias entre juego presencial y online que en la primera de ellas se debe acudir a un espacio físico, sujeto a los horarios de los locales y de los respectivos vendedores de juegos de azar, mientras que, en la modalidad online, el anonimato, la intimidad, la accesibilidad (siempre está abierto) y la rapidez entre apuesta y resultado, están asegurados. Todos ellos son factores que pueden despertar el interés de estos jóvenes hacia este tipo de espacios en la red. “El juego online tiene una serie de características que hacen que sea una manera de jugar más atractiva y, posiblemente, más adictiva”, subrayan.

Consecuencias

Asimismo, el manual también recoge una serie de comportamientos o actuaciones que pueden dar señales de que la persona tiene una adicción. Cuando “la persona juega cada vez más dinero; miente para ocultar su grado de implicación con el juego; está irritada si no juega; arriesga alguna relación importante, un empleo o carrera por el juego”, entre otros. Problemáticas que puede generar consecuencias en el terreno familiar, emocional, laboral, social, legal y económico, entre otros. “Enfados, angustia, ansiedad, inseguridad, incomunicación, mentiras, enfados, no realizar las tareas escolares, aislamiento, abandono de las relaciones, robos, amenazas o incluso deudas”, mencionan.

“Seis de cada diez adolescentes usan los videojuegos como el principal canal de ocio y entretenimiento”

Videojuegos

Al carro de los juegos de azar, se suman los videojuegos, un alto atractivo para el ocio de los jóvenes cuyo uso desorbitado también puede acarrear problemáticas. Según un informe elaborado por Unicef sobre el impacto de la tecnología en la ciencia, “seis de cada diez adolescentes usan los videojuegos como el principal canal de ocio y entretenimiento”. A ello, se suma que, como media, juegan más de seis horas a la semana y que un 3,6 % que se sumerge en ellos más de 30 horas.

Asimismo, un 58,7 % de los adolescentes afirma ser jugador habitual mientras que un 26,5 % juegan todos o casi todos los días. Además, cabe señalar que, el 28,9 % tiene discusiones en casa por el uso de la tecnología mínimo una vez a la semana.

Con todos estos datos sobre la mesa, Asajer pone el foco también en los distintos riesgos que sustenta el excesivo uso de los videojuegos. El propio “acceso a contenidos; los valores inadecuados; el gasto excesivo; la disminución del tiempo o el abandono de actividades”. De igual forma, prácticas como el grooming o el ciberacoso también se incluyen en la lista, en la que los problemas visuales y los hábitos desordenados de comida, sueño e higiene también tienen cabida.

Para evitar cualquier tipo de riesgo, es imprescindible prestar especial atención a las señales de alarma que se puedan dar en jóvenes y adolescentes. Entre ellas, “dormir menos de los necesario dedicando el tiempo al juego; empezar a perder interés por otras actividades sociales, de tiempo libre; no responder a estímulos externos”, apuntan desde la asociación. 

Micropagos

La llegada de Internet también impulsó la posibilidad de los micropagos en el mundo de los videojuegos, precisamente la oportunidad de lograr elementos virtuales con dinero real. Dos de estos ejemplos citados en la guía son el free to play, juegos gratuitos que incluyen mejoras para desbloquear objetos con la utilización de dinero y, por otro lado, las cajas de botín, en las que se paga con dinero real a cambio de un premio aleatorio. “Si se compra y no se obtiene lo que se quiere, se seguirá comprando, y el problema es que ,casi nunca, es suficiente”, exponen desde Asajer.