El pantano alavés de Ullibarri cerró en la noche del miércoles sus compuertas tras una semana desembalsando agua, al haber bajado su nivel al 86 % de su capacidad, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

El pantano, que junto con el de Urrunaga abastece a Vitoria y Bilbao, comenzó a desembalsar a las cuatro de la madrugada del miércoles 28 de febrero, después de rozar el 89 % de su capacidad.

El objetivo de la apertura ha sido “generar hueco” tras las fuertes lluvias caídas y aumentar así la capacidad de contener agua en previsión de nuevas precipitaciones. Primero se desembalsó a 40 metros cúbicos por segundo, y en los últimos días a 15.