Las mascarillas han vuelto a convertirse en un complemento habitual para un número importante de alaveses.
La oleada de infecciones respiratorias, de enfermedades como la gripe que están atravesando su particular punto álgido, ha hecho que las ventas de cubrebocas se disparen de nuevo en las farmacias del territorio, especialmente durante este enero.
Ni siquiera ha hecho falta esperar a que el Ministerio de Sanidad haya decretado otra vez su obligatoriedad en los centros sanitarios de todo el Estado.
Según los registros aportados a NOTICIAS DE ÁLAVA por Cofares, la principal distribuidora farmacéutica de la provincia –controla alrededor del 60% del mercado–, la venta de mascarillas ha multiplicado por cinco en apenas diez días de este mes las cifras de todo el pasado diciembre.
El pico es aplicable, según Cofares, a las seis referencias de mascarillas más vendidas en Álava, tanto FFP2 -en algún caso- como quirúrgicas.
Si en noviembre "no hubo casi venta" de cubrebocas, ya en diciembre las compras se multiplicaron respecto a ese mes anterior "por un factor entre cinco y diez".
Desde Año Nuevo, como ya se ha dicho, las boticas alavesas han vendido esas "cinco veces más que en todo diciembre", un 500%.
Sin problemas de abastecimiento
Pese al boom de ventas, fuentes del Colegio alavés de Farmacéuticos (COF) subrayan que las farmacias del territorio "están surtiendo perfectamente a la población de todo el material de protección", tanto de las propias mascarillas como de geles o test de autodiagnóstico.
"No hay ningún problema de desabastecimiento", zanjan los mismos medios.
A la vista del reciente repunte de casos de gripe, covid y otras infecciones respiratorias, desde el COF insisten en las recomendaciones habituales: "uso de la mascarilla cuando tenemos algún síntoma, higiene de manos , una correcta ventilación de espacios interiores. Y, sobre todo, vacunación, que es importantísimo".
A diferencia de en los hospitales y los ambulatorios, la utilización de la mascarilla en las farmacias y los centros sociosanitarios del territorio -residencias de mayores y de personas con discapacidad- solo tiene por ahora rango de recomendación.
Según se recoge en la orden del Gobierno central, se recomienda su uso "para el personal que atiende a personas con síntomas compatibles con infección respiratoria aguda y para las personas que presenten síntomas".