La ola de calor seguirá instalada en Álava este jueves, jornada en la que no descarta otro récord de temperaturas máximas.

El calor no da tregua ni de día ni de noche. Con todo, parece que ya queda menos, puesto que la Agencia vasca de Meteorología anuncia cambio de tiempo para el viernes. Al parecer, el descenso de las temperaturas será acusado, aunque en el sur de Álava todavía se superarán los 30 grados.

En definitiva, calor, calor y más calor. Asfixiantes jornadas de temperaturas extremas las vividas, en general, durante esta segunda quincena de agosto, tanto al sur como al norte, este y oeste de Álava de las que no escapa ni Rioja Alavesa ni Llanada ni Ayala ni Valles.

Los días están siendo calurosos en exceso y las noches, tropicales, algo a lo que la población alavesa no está tan acostumbrada.

Tanto es así que el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco ha tenido que elevar este miércoles de naranja a roja la alarma por la ola de calor en el interior de Euskadi, entre las tres y las seis de la tarde.

Es de subrayar que el País Vasco ha sido la única comunidad con este nivel de alerta de la Agencia española de Meteorología.

De hecho, Aemet ha llegado a pronosticar máximas por encima de los 44 grados en Llodio, que se han cumplido en un municipio que ya vivió un episodio similar la semana pasada, motivo por el que el Ayuntamiento ha vuelto a abrir el salón del Plenos del Consistorio como refugio para combatir el calor.

Y es que, la cuenca del Nervión vuelve a estar en riesgo extremo. Como ejemplo, a las 14.30 horas de este miércoles, el termómetro ha marcado 44,6º en Laudio, 40,3º en Nanclares, 40,7º en Zambrana y 42,2º en Amurrio.

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Sombreros, manga corta y mucha agua: así soporta Vitoria la ola de calor Jorge Muñoz/Josu Chavarri

En Laudio, que está en plenas fiestas de San Roke, ha habido cambios de horarios en algunos actos, precisamente para dar esquinazo a los momentos más sofocantes.

Tampoco es que hayan variado demasiado los termómetros en el resto de Álava, con prácticamente todos los municipios con estaciones de medición por encima de los 38 grados a esa misma hora del mediodía. Zuia, en las faldas del Gorbea, ha sido la única comarca que registró máximas ligeramente más suaves. Y qué decir de las mínimas, que no han bajado de los 17 grados.

Noches tórridas

El sol acostumbra a pegar fuerte en Álava durante el día, pero las temperaturas bajan por la noche. No en esta ola de calor. El medidor de Páganos, en Laguardia, registró la noche del martes al miércoles la temperatura mínima más alta (25,5 grados).

Con Euskadi en alerta roja por elevadas temperaturas persistentes, resulta complicado conciliar el sueño, más en Álava, acostumbrados a madrugadas frescas. En general, la noche ha sido tropical en casi todo el territorio, con mínimas superiores a los 17º; apenas se han salvado en Pagoeta (15,4º) y Sarria (16,5º).

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Sobreponerse al calor en Vitoria

La estadística indica que siete de los días más calurosos de los últimos once años se han registrado en 2022 y 2023, lo que marca una peligrosa tendencia de la que los meteorólogos llevan tiempo alertando, que son los episodios de clima extremo cada vez más frecuentes.

Además, las temperaturas anormalmente altas suponen un riesgo para la salud de las personas; de ahí que las autoridades recomiendan llamar a urgencias, al 112, en los casos más graves, puesto que los golpes de calor constituyen una emergencia. Los síntomas habituales suelen ser dolor de cabeza, náuseas, mareos, fiebre y cansancio, pero en casos extremos, la persona puede convulsionar, cambiar su comportamiento e incluso desmayarse.

Por eso es recomendable quedarse en casa durante las horas de más calor, y si no queda otra opción que salir a la calle, protegerse con sombreros, gafas de sol, protector solar de factor alto y caminar por la sombra, además de beber abundante agua y no hacer deporte con elevadas temperaturas.

Ante la especial incidencia que las temperaturas van a tener estos días en Vitoria se recomienda seguir una serie de consejos básicos

Una agonía para el campo

Las acumuladas jornadas de calor extremo también empeoran la situación del campo alavés, que ya arrastra una larga sequía. Ahora, toca observar la evolución de las viñas hasta el inicio de la vendimia, que se va a generalizar en septiembre, al igual que la recogida de patata.

“Estos días estamos con máximas de 40 grados que, quizá, retrasen la vendimia un poco más de lo que esperábamos en un principio por el exceso de calor, pero en cuanto se pase la ola de calor, podrá recogerse la uva”, calcula Juan Luis Bujanda, viticultor y representante de UAGA. “Ya se ha generalizado la vendimia en septiembre cuando hace años era en octubre, se ha adelantado veinte días, incluso un mes, en ocasiones”, añade.

Así las cosas, los agricultores siguen mirando al cielo. La previsión es que la próxima semana bajen las temperaturas e, igual, hasta caiga algún chubasco. “Es difícil de prever porque pasamos de olas de calor, máximas de 40 grados y noches a 24, a jornadas de 22 grados y mínimas de 12, como anuncian para la próxima semana; muy imprevisible está la climatología”, sostiene.