Al ser inviables en este caso los tratamientos contra la procesionaria del pino desde tierra, explica la Diputación que rociar los árboles con productos fitosanitarios desde el aire es la forma más rápida, efectiva, eficaz y económica para mantener bajos los niveles de procesionaria en aquellos lugares en los que se plantea actuar, casi en su totalidad zonas de producción de madera de Pinos radiata y nigra.

Las ventajas del helicóptero radican en que es la forma más eficaz de aplicación teniendo en cuenta el tiempo de tratamiento –unos días– y la superficie tratada. Su nivel de precisión es mucho mayor, ya que el producto cae sobre la vegetación que se quiere tratar. Además, el helicóptero tiene la capacidad de cerrar y abrir los pulverizadores al instante, y es común que entre las masas de coníferas haya masas de frondosas o eucaliptos que no hay que tratar. Asimismo, los vuelos se hacen a muy baja altura respecto a las copas de árboles, por lo que el producto apenas tiene deriva. Muestra de la efectividad del helicóptero es que en una zona como Álava, con masas de coníferas no continuas, son capaces de tratar mil hectáreas en dos días de buenas condiciones meteorológicas, sostiene la institución foral.

En cambio, desde tierra son inviables tanto por la falta de la necesaria infraestructura viaria y las dificultades orográficas de los montes para el acceso a las masas, como porque no se logra la adecuada cobertura al arbolado debido a su altura, densidad, pendiente del terreno... En definitiva, puesto que la superficie afectada por la plaga es muy extensa, el tratamiento debe hacerse por aire.

Afección grave

Esta manera de combatir la plaga desde el aire se basa en una prospección hecha por los guardas forestales que son los que delimitan sobre planos las zonas afectadas y el nivel de afección. Para ello se valora cualitativamente el número de bolsones en una escala de 0 a 5, es decir, desde ningún bolsón hasta masas de árboles completamente infestadas con el objetivo de aminorar las poblaciones de procesionaria. ¿Dónde? En los lugares con un nivel de orugas grave, caso de los pinos sobre los que se va a intervenir en mes y medio. Igualmente en masas monoespecíficas de coníferas, básicamente del género pinus.

En cambio, no se contempla el tratamiento en masas mixtas de coníferas y frondosas. Hay muchas masas en Álava donde se mezclan especies. En estos casos, es muy poco probable que coincida que la conífera sea para producción y que tenga niveles importantes de afección.