La villa ayalesa de Amurrio volvió a conseguir ayer que el Día de la Virgen tuviera el realce que la patrona se merece, pese a coincidir con el txupinazo de la vecina Laudio.
A ello no solo contribuyó la ciudadanía amurrioarra que, ataviada con sus mejores galas, salió a la calle para demostrar fidelidad a su patrona y a sus fiestas, sino también las importantes citas deportivas que animaron el centro urbano.
Se trató, por un lado, de la disputa del LXIX Gran premio de ciclismo Circuito Aiala, Memorial Daniel Albizua, y puntuable para el Campeonato de Álava, al que estaban convocados 179 corredores de las categorías Elite y Sub 23, que tuvieron que encarar un circuito de 132 kilómetros en seis vueltas, “y todas subiendo el muro de Lezama”, subrayó Imanol Uzabal, presidente del Club Ciclista de Amurrio; y, por otro, de una más que completa exhibición de deporte rural en la plaza San Antón.
No en vano, se trataba del Campeonato de Álava de Aizkolaris de Primera, en el que cuatro deportistas se enfrentaron a una hilera de seis troncos. La competición, en la que se impuso el vigente campeón Corchero de Araia, se vio complementada con una muestra de levantamiento de piedra, yunque y fardo, que fueron muy aplaudidas por el público.
Por su parte, en la etapa ciclista de ayer por el Valle de Ayala –que tuvo que lamentar una caída en la primera vuelta, en la zona de Askargan, que llegó a parar la carrera aunque no hubo ningún abandono– ganó Dylan Westley del Finisher, seguido de Sergio Gutiérrez Vargas del Gomur Cantabria Infinita y Julen Arriola Bengoabeitia del Caja Rural Alea. El premio de la Montaña, en cambio, fue para el Cortizo, en la persona de Álvaro Carasa Granados; mientras que la mejor escuadra fue la del Gomur Cantabria Infinita.
Pasacalles de gigantes
Otros que tuvieron ayer su papel protagonista fueron la pareja de gigantes local Mariaka y Marigabon que –acompañada por la de dantzaris de Orduña, así como de gaiteros, trikitilaris y su séquito de cabezudos– efectuaron vistosos pasacalles durante toda la mañana. El primero de ellos fue el que acompañó a las autoridades a cumplir con la patrona en su templo, aunque a la salida fue la reina de fiestas en persona, Izaro Cuadra Udaeta, la que bailó el aurresku de honor a las puertas de la iglesia.
De regreso, tampoco faltó el baile de las parejas más altas del pueblo (la autóctona y la visitante) a los pies de las escalinatas de entrada a la Casa Consistorial, donde iba a tener lugar el tradicional discurso del día grande de las fiestas por parte del alcalde, Txerra Molinuevo.
En el evento se encontraba la actual Corporación, pero también los dos anteriores alcaldes, Josune Irabien y Pablo Isasi, o los presidentes de las juntas administrativas de Saratxo, Lourdes Cuadra, y Tertanga, Alberto Quincoces, por citar alguno. En representación del ente foral alavés acudieron las diputadas de Cultura y Deporte, Ana del Val, y la de Igualdad, Euskara y Gobernanza, Jone Berriozabal.
No en vano, pese a que las fiestas de Amurrio están registrando, en líneas generales, un gran ambiente en las calles, “con mucha participación y gente disfrutando, también hemos tenido que lamentar desde el primer día dos agresiones sexistas y un incidente homo-lesbófobo, pese a que recalcamos que este tipo de gentuza no era bienvenida a Amurrio, como bien quedó demostrado en la masiva concentración de repulsa que se llevó a cabo en la tarde del lunes”, subrayó el regidor, secundado en sus palabras por el pregonero, Iñaki Bea, deseando poder terminar las fiestas en paz.
Concentración
La citada concentración fue convocada desde el colectivo feminista local, Otsemeak, que explicó a DNA que “en un caso se ha tratado de un pinchazo, no sabemos aún si se trata de sumisión química, y en el otro, de exhibicionismo con masturbación, a una chica que volvía de retirada a su casa. En cualquier caso, agresiones sexuales que no vamos a tolerar”, subrayaron quienes, junto al Ayuntamiento, han creado un teléfono activo las 24 horas del día, el 666 167 220, al que pueden llamar durante las fiestas víctimas de violencia machista, para recibir asistencia especializada.
Asimismo, Otsemeak tiene cada jornada festiva a una persona de guardia para ofrecer acompañamiento a las víctimas y se ha acondicionado una sala retirada del recinto festivo “para ofrecer tranquilidad a esas personas”, informó Molinuevo.
Tambores africanos
En la tarde de la patrona tampoco faltó el tradicional alarde de danzas vascas con Aiara Dantza Taldea, aunque antes en el parque se pudo disfrutar de una exhibición de slack line y un taller de percusión de instrumentos africanos que acercó la asociación Música para salvar vidas, y que tuvo como broche de oro un impresionante espectáculo de danza tribal y percusión de Uganda, de mano de Uganda Sticks.
La protagonista de la noche fue la gasteiztarra Kai Nakai, seguida de una romería con Oxabi; mientras en el txosnagune se disputaba la siempre divertida prueba Subida al Babio sin oxígeno, consistente en apilar cajas para ver quien sube más alto.
