A las diez de la mañana del próximo sábado (13 de mayo) y desde la Avenida Zumalakarregi de Laudio, a la altura de la residencia y el Parque de bomberos, es de donde partirá la caravana vasca de ayuda humanitaria con los campamentos de población saharaui refugiada en Tinduf, en su edición número 18 y, como siempre, bajo el lema Piztu itxaropena-Alimenta una esperanza. En esta ocasión, se transportarán mas de cuarenta toneladas de alimentos y otros bienes de primera necesidad, a bordo de cinco camiones de eje rígido, en lugar de trailers como en otras ocasiones. “Se ha hecho así por expreso interés del Gobierno saharaui, por ser vehículos mas acondicionados y utilizables en las condiciones propias de los campamentos de población saharaui refugiada”, explican desde la asociación de amigos de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) de Amurrio, una de las muchas entidades locales que, en Euskadi, trabajan codo con codo en la organización de las campañas anuales de recogida de la ayuda y que este 2023 han tenido lugar entre los meses de enero y marzo.

Su rumbo será el mismo que el del resto de caravanas del resto del Estado: el puerto de Alicante, desde donde se dirigirán a Orán en Argelia por barco, para después recorrer mil kilómetros más a través del desierto hasta llegar a los campamentos. De su necesidad no hay duda. De hecho, en los campamentos de refugiados saharauis, donde viven 200.000 personas (muchas de ellas niños, ancianos y mujeres embarazadas) hay un déficit alimentario muy grande, y dependen de la ayuda internacional, que desde la pandemia ha bajado más de un 20%, ya que allí no se genera economía.

No es la primera vez que la comitiva sale de Laudio. En 2014, una decena de camiones llevó hasta los campos de refugiados de Tinduf 200 toneladas de ayuda humanitaria; algo que volvió a repetirse en 2019 cuando, además de alimentos, se transportaron medicamentos para atender las patologías crónicas más comunes, que en ocasiones tienen dificultades para acceder a los tratamientos.

Con la ayuda vasca que partirá nuevamente desde Laudio se incrementarán las reservas de alimentos, medicinas y el parque móvil saharaui. Desde la proclamación de la RASD el 27 de febrero de 1976 en Bir Lehu, el drama humanitario que se vive en los Campamentos de población refugiada en el desierto argelino y en los territorios ocupados se ha ido agravando. El Pueblo Saharaui lleva casi cinco décadas viviendo en el desierto, a la espera de poder ejercer el derecho de autodeterminación, reconocido por la legalidad internacional, después de que Marruecos invadiera sus tierras y tuvieran que huir en busca de refugio y paz.

Acogida estival de menores

Otra pata importante de ayuda a los refugiados saharauis está en el programa Vacaciones en paz, que comenzó en Euskadi en 1986. Gracias a él, niños y niñas saharauis de entre 8 y 12 años pasan el verano con familias, lo que beneficia a su salud y bienestar, ya que es una época en la que se alimentan mejor y pasan revisiones médicas, entre otras cosas, alejados de las condiciones extremas de los campamentos durante los meses de verano, en los que se soportan temperaturas superiores a los 55 grados.

El año pasado llegaron a Euskadi 253 niños saharauis, 34 de ellos a Álava, y este año esperan lograr 300 familias vascas de acogida (20 de ellas en nuestro territorio que den cobijo a 40 txikis). En Álava son cuatro las entidades que mantienen un convenio de colaboración para el desarrollo de este programa: la Diputación Foral de Álava, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la Asociación de acogida de niños y niñas saharauis de Álava (Afanis) y la Delegación vasca del Frente Polisario (el movimiento de liberación nacional saharaui que lucha para acabar con la ocupación ilegal de Marruecos al Sáhara Occidental), que ayer miércoles cumplió medio siglo desde su fundación. Para más información se puede llamar al teléfono 665 711 947 o escribir al correo afanisalava@gmail.com.