El suicidio sigue siendo la primera causa de muerte no natural a nivel nacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alerta sobre el trabajo importante que ha de realizarse para lograr frenar y reducir los números negros de esta pandemia oculta. Euskadi también traza un plan estratégico concreto para luchar en la prevención del suicidio. Y fruto de este trabajo, los números, aunque de manera tímida, ya comienzan a bajar.

La Organización Mundial de la Salud reconoce el suicidio como una prioridad para la salud pública y se ha trazado un objetivo común a nivel mundial para lograr reducir en una tercera parte la tasa de suicidios de aquí a 2030. ¿Se está logrando este objetivo?

No, no parece que estemos consiguiendo acercarnos al objetivo. Según el informe que elabora anualmente el Observatorio del Suicidio en España de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, en base a los datos de las estadísticas de defunción por causa de muerte publicados por el INE, en 2021 fallecieron por suicidio 4.003 personas en España, una media de once personas al día; un 75% de ellas varones (2.982) y un 25% mujeres (1.021). Así, 2021 se convierte en el año con más suicidios registrados en la historia de España desde que se tienen datos (año 1906). Respecto a 2020 (año en el que produjeron 3.941 defunciones por este motivo), en 2021 se ha registrado un 1,6% más (1,8% en hombres y 1% en mujeres). En el global de edades, el suicidio sigue siendo la principal causa de muerte no natural en España, multiplicando por 2,5 las provocadas por los accidentes de tráfico (1.599 en 2021), por 14 la de los homicidios (283) o por 93 las producidas por la violencia de género (43).

¿En Euskadi los números comienzan a disminuir?

Sí, ha habido un descenso en las cifras, pasando de 184 personas fallecidas por esta causa a 148. Este dato para la esperanza, en cambio, no nos aleja de la prudencia que este tema requiere, siendo habituales los dientes de sierra en la evolución de los datos, en una tendencia habitualmente ascendente desde los años 80. En el 90% de las muertes por suicidio existía un problema de salud mental, por lo que hay una relación muy directa entre ambos. En concreto, la depresión, trastornos debido a consumos de sustancias y comportamientos antisociales son los trastornos más frecuentemente asociados con el comportamiento suicida.

Es complicado pero, ¿se puede prevenir el suicidio?

El suicidio es una muerte en muchos casos previsible pero hay que poner en marcha medidas para poder detectarlo y atender a estas personas. En 2019 el Gobierno Vasco presentó la estrategia de prevención de suicidio para la CAV, en la que se plantean muchas medidas que aborden este problema. Se están dando algunos pasos pero una hay mucho por hacer. En nuestra entidad somos conscientes de esta realidad y desde 2019 organizamos un seminario anual dirigido a profesionales de diferentes ámbitos para dar herramientas en la prevención, atención y postvención. Además dada alta demanda de petición de ayuda que hemos recibido en Asafes en el último año por parte de los centros escolares hemos elaborado junto con Aidatu (la asociación vasca de suicidología) una guía para poder trabajar desde el aula aspectos que pueden proteger al alumnado de este tipo de ideación y conductas. Por otro lado, el área de Educación del Gobierno Vasco ha elaborado también un protocolo para la prevención, intervención y postvención de la conducta suicida específico para el ámbito educativo. Actualmente también estamos trabajando dentro de la entidad en un protocolo para la atención de este tipo de casos.

Suicidios, enfermedades mentales. ¿Cómo se puede romper con el estigma que causan estas palabras y estas realidades?

En esto tenéis un papel muy importante los medios de comunicación. Cuando se da una noticia en relación a un suceso y se hace mención de la enfermedad mental se hace mucho daño a todo un colectivo y sus familias. Es importante remarcar que los datos corroboran que las personas con enfermedad mental son más susceptibles de ser víctimas de un delito que de cometerlo, y más aún en el caso de las mujeres, pero esto no es la información que llega a la sociedad. En Asafes valoramos mucho vuestra labor y somos conscientes de que podéis ser un altavoz para las personas a las que representa Asafes y romper así con el estigma que tanto pesa sobre la enfermedad mental.