El entorno laboral es un espacio en el que las personas trabajadoras pasan una gran cantidad de horas diarias y, por ello, es clave para cuidar una salud psicoemocional que tiene tanto que ver con las condiciones y exigencias del propio trabajo como con el clima que se vive en el mismo por las relaciones interpersonales que se generan. Dentro del Programa Tu salud-Zure Osasuna, puesto en marcha para mejorar la salud de las personas trabajadoras, La Fundación San Prudencio cuenta con el servicio PsicoLan, que da respuesta a los problemas de salud emocional originados tanto en el ámbito laboral como personal que afectan al trabajo.
Cuando se habla de salud y seguridad laboral, el primer pensamiento va dirigido a los accidentes que pueden dañar físicamente a la persona trabajadora, pero hay riesgos ocultos y silenciosos que día a día minan la salud, sobre todo la mental, y que pueden acabar convirtiéndose, de no tratarse adecuadamente, en factores de riesgo a la hora de contraer enfermedades, desarrollar dolencias físicas o también propiciar trastornos psicoemocionales.
El estrés laboral se ha convertido en uno de los grandes problemas de salud relacionados con el trabajo. Es la reacción física y emocional a situaciones que se producen en el día a día en el entorno laboral, ya sea de forma directa, por su relación con hechos propios de la producción del desempeño, o de manera indirecta, por la relación que la persona trabajadora tiene con sus compañeros y jefes.
El estrés por sí mismo no es negativo, ya que todas las personas requieren de un nivel moderado del mismo para hacer frente a los retos o problemas que se presentan en el día a día. A la vez que un grado bajo de estrés puede conducir a la desmotivación o el desinterés. Pero cuando la tasa de estrés es elevada y mantenida en un tiempo prolongado, se convierte en estrés negativo y aparecen disfunciones y bloqueos en la persona trabajadora.
El estrés laboral alto surge cuando las demandas de trabajo son elevadas y las habilidades y capacidades del trabajador no se encuentran a la altura de dichas exigencias (sobrecarga de tareas, plazos de entrega ajustados u obligación de trabajar a alta velocidad). También cuando la persona trabajadora no se encuentre en situación de ejercer influencia en aspectos importantes de sus condiciones de trabajo y de poder adaptarlas a su medida, como pueden ser las condiciones económicas y salariales, la presión para alcanzar los objetivos o tener que asumir funciones de responsabilidad que percibe escapan a su alcance. De la misma manera, el estrés puede aparecer cuando hay desajustes en las relaciones interpersonales, con los superiores o con los compañeros, que originan tensiones y conflictos mantenidos en el tiempo.
El estrés por sí mismo no es negativo, pero cuando la tasa de estrés es elevada y mantenida en un tiempo prolongado se convierte en estrés negativo y aparecen disfunciones y bloqueos en la persona trabajadora
La reacción de estrés es un mecanismo natural del organismo, síndrome general de adaptación, que se pone en marcha ante situaciones que requieren una reacción extraordinaria de afrontamiento de un peligro. Se produce en tres fases: la primera es la de alarma, que es la reacción del organismo para prepararse ante la amenaza externa; la segunda es de resistencia, cuando la amenaza se mantiene a lo largo del tiempo y el propio organismo genera una resistencia activa y parece que la situación se normaliza aunque cada vez consume más recursos; la tercera es el agotamiento, que afecta tanto a la mente como al físico ante la imposibilidad del organismo de responder a la amenaza externa y que, de prolongarse, puede provocar problemas graves para la salud.
Si la reacción de estrés se produce en el ámbito laboral y en lugar de producirse en un periodo breve y puntual, se mantiene a lo largo del tiempo, llegando a la sensación de que no se puede controlar, tiene efectos graves sobre la salud de las personas trabajadoras, tanto a nivel físico (trastornos gastrointestinales, cardiovasculares o musculares, alteraciones en el sistema inmune...) como mental (falta de concentración, bloqueos mentales, desatención, precipitaciones, olvidos, trastornos del sueño, ansiedad....), y también pueden conducir a efectos negativos en el ámbito del trabajo, que pueden influir en las relaciones interpersonales, el rendimiento o la productividad.
Para encontrar soluciones, PsicoLan ofrece respuesta integral a los problemas más frecuentes de salud mental no grave (trastornos emocionales) de las personas trabajadoras, que suponen el segundo motivo de pérdida de salud laboral. Además del estrés y la ansiedad, otros como el desánimo, las reacciones de duelo, la adaptación a crisis vitales (divorcio, diagnóstico de enfermedad…), o mejorar autocuidados de los hábitos básicos de salud, insomnio, comida, ejercicio físico y relaciones.
Si la reacción de estrés se produce en el ámbito laboral y se mantiene a lo largo del tiempo, llegando a la sensación de que no se puede controlar, tiene efectos graves sobre la salud de las personas trabajadoras, tanto a nivel físico como mental
La detección temprana permite la intervención inmediata del equipo de profesionales sanitarios, evitando la caída de salud, o acortando el tiempo de recuperación. Si la persona ha necesitado una baja, facilitando el retorno al trabajo y la adaptación del puesto con apoyo coordinado con la empresa.
Se ofrecen tratamientos psicológicos basados en la evidencia y seguimiento intensivo para la prevención de recaídas, en un trabajo de equipo multiprofesional. Se atiende singularmente, en un punto de encuentro neutral entre la persona trabajadora y la empresa, que es La Fundación San Prudencio. Abordaje desde lo individual a la mejora de lo organizacional. La voluntariedad y la confidencialidad en todo lo relacionado con el tratamiento y la recuperación de la salud son las claves que están logrando la alta demanda actual de este servicio por las personas trabajadoras, en esta iniciativa de promoción de la salud desde las empresas para prevenir y mantener la salud emocional en el trabajo. También se diseñan soluciones preventivas a demanda de las necesidades de las empresas interesadas en cuidar la salud emocional de las personas trabajadoras.
Más información. Si quiere saber más sobre PsicoLan, puede ponerse en contacto con La Fundación San Prudencio en ‘www.lafundacion.com’ o en el teléfono 945 222 900.