El Observatorio de la Cadena Alimentaria de Euskadi, Behatoki, ha definido los primeros costes medios de producción del sector primario. Estos costes medios analizados corresponden al primer eslabón de la cadena y se concretan en la producción de leche de oveja, la carne de vacuno y la uva de Rioja Alavesa. El estudio de la uva se centra en el cálculo, a fecha de septiembre de 2022, de los costes e ingresos por kilogramo de uva de Rioja Alavesa para venta. Los principales resultados del estudio son que en el primer eslabón la producción de cada kilogramo de uva para venta tiene un coste de 1,047 euros el kilo, 19 céntimos más que en 2020.

Este incremento viene motivado principalmente por el incremento del coste de la energía (gasoil) y en menor medida por el incremento en fitosanitarios y abonos. Estos costes incluyen el coste teórico de la mano de obra no retribuida.

Para llevar a cabo este trabajo ha sido necesario disponer de un amplio conocimiento basado en el estudio y en el seguimiento del funcionamiento, de los agentes, productos y servicios que forman parte de la cadena de la alimentación y de la madera de Euskadi. En este proceso, tiene especial relevancia la información y el análisis que se recoge de forma sistemática de los datos, estadísticas y precios clave de los diferentes elementos del sector agroalimentario para su consolidación y control. En definitiva, se trata de tener una foto real de la situación de la cadena de la alimentación para poder dar una respuesta basada en datos objetivos.

El Gobierno Vasco a través de Hazi puso en marcha el pasado mes de marzo el Observatorio la Cadena de la Alimentación y de la Madera de Euskadi con el objetivo de fortalecer la actividad económica en la cadena de valor de la alimentación y de la madera, así como para anticiparse a las nuevas tendencias mediante la vigilancia de los mercados nacionales e internacionales.

Servicios esenciales

Entre los servicios esenciales de Behatoki se encuentra el observatorio de costes que tiene como objetivo servir de referencia a los distintos agentes de la cadena de valor de la alimentación para la formación de precios a lo largo de la misma, en compatibilidad con la libre competencia y, sin que, en ningún caso, se deba interpretar como una fijación de precios mínimos. Para ello, este Observatorio pretende identificar y analizar la estructura de agregación de costes e ingresos a lo largo de los diferentes eslabones integrantes de la cadena alimentaria sectorial.

Los primeros estudios del observatorio publicados en behatoki.eus se presentan los datos del primer eslabón de la cadena de los productos tales como uva, leche de oveja y carne de vacuno y la metodología llevada a cabo ha contado con el aval de la Autoridad Vasca de la Competencia.

Red de información contable

Para establecer ese coste, el Observatorio ha tomado los datos de la Red de Información Contable Agraria Vasca (RICAV) que es un instrumento que proporciona información precisa sobre las rentas y el funcionamiento económico de los diversos tipos de explotaciones agrarias de la comunidad autónoma de Euskadi.

Incremento en la leche de oveja

Asimismo, el estudio de la leche de oveja se centra en el cálculo de los costes e ingresos por litro de leche de oveja a fecha de septiembre de 2022 y desprende que la producción de un litro de leche de oveja cuesta 1,627 euros; coste de producción que se ha incrementado un 20% desde 2021, y un 31% con respecto a 2020. Los factores que intervienen en esta subida han sido los costes de alimentación (aumentan un 54% de 2020 a 2022) y los costes energéticos (aumentan más del doble desde 2020, en concreto un 121% de 2020 a 2022).

Sube el coste de la carne

Para este concepto, se ha tenido como referencia el cálculo de los costes e ingresos de kilo canal de la ternera en los dos primeros eslabones de la cadena a fecha de septiembre de 2022 y las conclusiones señalan que la producción del ternero cuesta 7,073 euros el kilo canal; este coste ha aumentado 1,75 euro desde 2020 (5,321 euros/kg canal) y dicha subida se da fundamentalmente por dos factores: la subida del coste de la alimentación del ganado (sube un 56% de 2020 a 2022) y el coste de energía (aumenta un 127% de 2020 a 2022).

En este estudio también se ha tenido en consideración el segundo eslabón –sacrificio del ganado (matadero)–, con una subida de los costes totales de un 14% desde 2020 a 2022, y prácticamente la misma subida se ha trasladado a sus tarifas. Dentro de los costes, dos terceras partes corresponden al coste matanza y otros gastos específicos (se incluyen gastos de sacrificio, tasa sanitaria, gestión de cueros y despojos) y una tercera parte aproximadamente al transporte al siguiente eslabón.