Dos grupos de mujeres emprendedoras procedentes de diversos países han estado en Kuartango Lab gracias a una iniciativa de carácter europeo que las ayudaba en el desarrollo de sus proyectos, pero también las invitaba a participar con la comunidad local para aportar ideas para ayudar al desarrollo social y económico de esas localidades, de Kuartango concretamente en este caso.

Tras finalizar el programa el alcalde de Kuartango, Eduardo Fernández de Pinedo, señalaba: “Hemos hecho una valoración excelente de la experiencia, por no decir de matrícula de honor porque al haber sido el primer año hay cosas que se pueden mejorar. En cualquier caso, para Kuartango ha sido superenriquecedor y muy positivo”.

Explicaba el alcalde que este es un programa europeo, que en nuestro país gestiona Impact Hub, que es una red de espacios de innovación repartidos por todo el Estado y a la que se podían presentar agentes que pudieran acoger a emprendedoras europeas durante un mes. En el caso de Kuartango fue BIKOnsulting, dirigida por Iván del Caz, que es la consultora que está instalada en Kuartango Lab y que de alguna manera lo gestiona, así como el coworking y las actividades entre todos los que están en el edificio, y fueron ellos quienes se presentaron a la convocatoria como posibles anfitriones y resultaron elegidos.

Acudieron a esta localidad alavesa dos grupos de diez mujeres de toda Europa, (Italia, Holanda, Polonia, Bélgica, Rumanía, Croacia, Portugal…) que han permanecido en Kuartango durante los meses de octubre y noviembre. Todas ellas tenían distintas características de edad, proyectos y mentorías y “lo que han hecho aquí ha sido interactuar entre ellas y también con la comunidad local, tanto de emprendedoras, como las que ya tenemos en Kuartango Lab, ya que de los nueve proyectos que hay siete son de mujeres, como con la comunidad del Valle y con distintos agentes de Euskadi, de Álava y de las provincias limítrofes, que de alguna manera las han ido ayudando en sus proyectos y creando una red entre ellas y también con la gente de aquí”.

Por eso ha sido enriquecedor para el Valle, según lo valoraban el responsable municipal y el representantes de Biko. En primer lugar para las mujeres que ahora están con sus proyectos en Kuartango Lab, porque han visto otra manera de hacer las cosas, de mirar hacia el futuro, y, a la vez, ellas las han aportado a las emprendedoras europeas sus puntos de vista.

Dos vertientes

Y es que la dinámica de trabajo tenía las dos direcciones. Por un lado, cada una venía ya con su proyecto de emprendimiento pensado. “Algunas lo tenían ya muy desarrollado y buscaban un lugar donde llevarlo a cabo, pero otras, con proyectos más abiertos, se han llegado –incluso– a plantear el ponerlos en funcionamiento aquí. Es decir, venirse para aquí”.

En ese sentido, Fernández de Pinedo matizaba que “hay que tener en cuenta que son mujeres muy especiales, que tienen una mentalidad muy de nómada. Algunas de ellas las preguntabas de dónde venían y les costaba mucho definirlo porque podía ser una chica de Hong Kong, que había vivido en Alemania y que ahora estaba trabajando en Irlanda. U otra chica que era alemana, pero llevaba los últimos cuatro años viviendo tres meses en cada país de la Unión Europea y del mundo. Es una visión como muy nueva para nosotros, pero muy enriquecedora para ellas”.

La otra dirección del trabajo que las había llevado al Valle era la colaboración, porque a la vez que ellas estaban aquí con sus proyectos, como una forma de devolución a la comunidad que las había acogido se las planteaba un reto: “En el caso de Kuartango les propusimos el reto de la movilidad: cómo veían ellas, viviendo aquí y sufriendo en sus carnes lo que es la dificultad del transporte en Territorio rural en Álava, cómo podían ayudarnos a solucionar este problema”.

Se partía de una situación complicada: el Valle de Kuartango está a tan solo 30 kilómetros de Vitoria, pero no existe transporte público hasta la cabecera de la comarca, tampoco a sus otros 19 núcleos de población ni entre ellos.

Para analizar ese problema, los dos grupos se implicaron en ese debate, así como con la ciudadanía, llevando a cabo sendas jornadas con una dinámica de participación en las que ofrecieron sus ideas. “Algunas, para nosotros, eran muy rompedoras, pero en cualquier caso muy positivas: mucho tema de movilidad compartida, transportes con coches eléctricos, uso de energías renovables… temas que están ahí. Pero además de estas ideas lo que nos hicieron ver es que en algunos casos no estamos tan mal como a veces pensamos”. Añadía el alcalde que, “ellas han estado hablando con la gente del pueblo y cuando les preguntaban por el tema de la movilidad muchos decían que no estaba tan mal. Al fin y al cabo, tenemos un servicio de taxi local que funciona muy bien, sobre todo porque la persona que lo lleva se emplea a fondo, se involucra y da toda clase de facilidades. Por eso, estas jornadas nos han servido para poner en valor la figura del taxista local. Así que, en algunos temas, sí que se están haciendo las cosas bien”.

El papel emprendedor de la mujer

El otro aspecto que ha llamado la atención ha sido el carácter emprendedor de las mujeres del Valle. Y es que, en un Territorio complicado por su diversidad de núcleos, con comunicaciones algo limitadas y sin una industria destacable, este sobresalga por la cantidad de emprendedoras que han puesto en marcha sus proyectos, algunos de ellos de carácter industrial, como una conservera.

Cuando se decidió dar forma e impulso a la gran infraestructura que era el edificio del balneario, hoy Kuartango Lab, “nosotros teníamos el objetivo, desde el principio, de retener a gente joven, de atraer a gente, pero no teníamos las claves. Pero lo que está claro es que en esos días las mujeres están teniendo un empuje a nivel de emprendimiento mucho mayor que los hombres, seguramente porque hasta hace poco era algo que tenían más vetado y las nuevas generaciones ven que hay no solo una posibilidad, sino que tienen todas las capacidades para llevarlo a cabo. Y desde las administraciones podemos poner todas las facilidades posibles y ellas mismas son las que ven la oportunidad”.

Esa fue la virtualidad de Kuartango Lab, “donde nosotros ofrecemos esa posibilidad, pero ellas son las que realmente se trabajan sus proyectos y con esa facilidad, con un espacio adecuado y con poco coste lo convierten en una oportunidad que saben aprovechar. Creo que, simplemente con una actitud un poco abierta y de pensar en poner las mayores facilidades, ellas mismas son capaces de tirar para adelante”, terminaba Eduardo Fernández de Pinedo.