La recogida de la uva y el proceso de elaboración de los vinos de la cosecha 2022 quedaron ayer oficialmente inaugurados con la Fiesta de la Vendimia, que durante toda la jornada convirtió la tranquila localidad de Lanciego en un enjambre de devotos del dios Baco.

La fiesta de los abrazos

La edición de ayer pasará a la historia de esta celebración como la Fiesta de los abrazos, en recuerdo a los sentidos apretones en los que todos los presentes se fundieron en la plaza junto al escenario y que vinieron a cerrar y pasar página a los aciagos 1.019 días transcurridos desde la, hasta ayer, última edición celebrada en 2019 en Baños de Ebro.

La fiesta de los abrazos

Desde primeras horas de la fresca mañana Lanciego recibió al aluvión de visitantes llegados desde Rioja Alavesa, Gasteiz y otras capitales de Euskadi. El núcleo principal del casco urbano se engalanó para repartir a lo largo de sus calles los 16 puestos de los 15 municipios y cuatro Juntas Administrativas, que ofrecieron su uva y vino a unos clientes ansiosos de aplacar la sed, a medida que los rayos del sol cogieron fuerza.

La llegada de los representantes institucionales fue la señal del descorche de la fiesta, con las primeras actuaciones de los grupos de danzas y gaiteros de Rioja Alavesa. El diputado general de Álava, Ramiro González, encabezó una amplia representación de su ejecutivo junto al titular de Agricultura, Roberto Aguinaco, el de Medio Ambiente, Josean Galera o Políticas Sociales, Emilio Sola. Junto a ellos también departió el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elósegui.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañado de su esposa, fue un visitante más por las calles de Lanciego y se decantó por disfrutar de la Fiesta de la Vendimia durante la mañana en la especial jornada de su cumpleaños. Estuvo acompañado por la consejera alavesa de Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal y los viceconsejeros de Agricultura, Bittor Oroz, y Medio Ambiente, la también alavesa Amaia Barredo.

Territorio ‘bubillo’

El desarrollo del programa tuvo en el maestro de ceremonias, Juantxu Martínez, al gran animador de la mañana encaramado al escenario y dando paso a los diferentes eventos previos al gran momento de la celebración. Los miles de visitantes que tomaron ayer Lanciego se convirtieron en unos bubillos más, en alusión al apodo por el que se conoce en Rioja Alavesa a los habitantes de la localidad. Micrófono en ristre recordó la leyenda de la que se toma este singular mote y después instó a todos los presentes a fundirse en generosos abrazos como mejor manera de confirmar que la Fiesta de la Vendimia vuelve con toda su fuerza tras la pandemia. Introdujo a la alcaldesa de Lanciego, Itziar de Álava, quien recordó los “dos años de larga espera” para ver la plaza completamente llena después de aprender a “mirar de frente a la vida y valorar las pequeñas cosas y la salud”. Equiparó De Álava el trabajo de los viticultores de la localidad “buscando las mejores uvas para unos vinos exclusivos”, con las peripecias y grandes logros de los hermanos Pou, Iker y Eneko, “abriendo más de 70 nuevas vías en las paredes y montañas más complicadas”. Tras cederles un mosquetón y cordino imaginario, los dos escaladores alaveses recibieron un cuadro con el cartel de la fiesta de ayer y se adueñaron del micrófono para adentrarse durante unos minutos en el papel de pregoneros. El pasado mes de agosto recibieron el encargo y se acercaron para conocer la localidad en un alto a sus continuos viajes. En cualquier continente que pisan “los vinos de Rioja Alavesa brillan allí donde estamos y siempre decimos que aquí se hacen los mejores vinos”, remarcaron al unísono Iker y Eneko.

El recuerdo a luis aldazabal

Terminados los discursos llegó el momento de ir volcando en la gran cuba de madera los cestos de uva procedentes de los viñedos de 19 localidades de Rioja Alavesa. El tradicional desfile por orden alfabético hasta el escenario se modificó ayer para realizar un sentido homenaje. Dos pequeñas de Elciego tuvieron el honor de ser las primeras, en medio de la ovación de quienes abarrotaban la plaza poco después de las 11.15 horas. Esas dos pequeñas eran las hijas del fallecido alcalde de Elciego, Luis Aldazabal, y depositaron las uvas en medio de la emoción de su madre, Gema.

Yécora cerró el listado de localidades y a partir de ahí, las pisadas de Ana y Miren dieron paso al primer mosto de la cosecha 2022.