La AP-1 (Vitoria-Irun) y AP-8 (Irún-Bilbao) han obtenido las peores puntuaciones en una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre el estado de las autopistas y autovías españolas en la que han participado 1.259 conductores.

Tal y como ha informado en una nota la OCU, ambas infraestructuras ha recibido las peores calificaciones, con una valoración, la AP-8, de 5,7 sobre 10, y de 5,8 sobre 10 la AP-1, dentro de un ranking que ha incluido un total de 24 autopistas y autovías estatales.

Les siguen en el ranking la A-49 (Sevilla-Portugal) y, la A-7 (Algeciras-Almería), que son puntuadas ambas con un 6,0 sobre 10; y la AP-9 (Ferrol-Portugal) y la A-52 (Benavente-Vigo) que obtienen ambas un 6,1 sobre 10.

En sus respuestas acerca de los peores aspectos que reúne la AP-8, la Autopista del Cantábrico (Irun-Bilbao), los conductores han mencionado "el excesivo flujo de tráfico (la nota más baja en este apartado entre las autovías y autopistas valoradas) y "las continuas obras", así como "la escasa seguridad en las curvas".

Los motivos

En cuanto a la AP-1, Autopista del Norte (Vitoria-Irún), los conductores han mencionado como lo peor "la presencia de obras y el escaso número de áreas de servicio". Ambos apartados obtienen la nota más baja de todas las autovías y autopistas valoradas. También citan "el alto flujo de tráfico y el mal diseño de las entradas y salidas".

En general, los aspectos peor valorados son el alto flujo de tráfico, el mal estado de la calzada y el diseño de las entradas y las salidas, según esta encuesta a la que han respondido un total de 1.259 conductores.

Ante estos resultados, desde la OCU han pedido aumentar la inversión en su conservación y mantenimiento, que, si bien se aumentó en 2021, acumula "un déficit histórico".

La encuesta ha recogido la opinión de estos usuarios sobre nueve aspectos: el estado de la calzada, la señalización, el ancho de la carretera (y el número de carriles), la seguridad en las curvas, la presencia de guardarraíles, las obras en la carretera, el diseño de las entradas y salidas, el número de áreas de servicio o descanso y el flujo del tráfico.

En general, los aspectos peor valorados son el alto flujo de tráfico, el mal estado de la calzada y el diseño de las entradas y las salidas. Las calificaciones varían según la vía.