Los robos con fuerza en locales cerrados, muchos en negocios, bajan en Vitoria un 38% en lo que va de año si se comparan con los perpetrados durante el mismo periodo de tiempo del pasado año, es decir, de enero a mitad de mayo. Los datos sobre las denuncias llegadas a la comisaría de Agirrelanda los facilitó ayer la concejala de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez, en respuesta a una pregunta del PP.
Así, a lo largo del primer cuatrimestre de 2022, la Policía Local de Gasteiz tiene constancia de 51 robos con fuerza frente a los 82 del pasado año. Del medio centenar de estos delitos, en trece de las ocasiones, los ladrones accedieron a los locales después de romper los cristales de los establecimientos con objetos metálicos, arquetas, adoquines y otros artilugios. Además, una persona ha sido detenida y hay seis imputadas, una de ellas relacionada precisamente con el robo con fuerza en una farmacia de Lakua el pasado día 15 que el PP citó como ejemplo. En este caso, el presunto autor utilizó una tapa de alcantarilla para romper el cristal y acceder al interior de la botica.
Se trata este último de un suceso a raíz del cual el concejal Alfredo Iturricha quiso saber si lo de las tapas de alcantarillas es un modus operandi generalizado y habitual en Vitoria. Responde la responsable de Seguridad Ciudadana que los robos con fuerza son eso, precisamente, con fuerza y que para entrar en los comercios y bares atracados, los ladrones se valen lo mismo de una tapa de alcantarilla que de un mazo o de un bate de béisbol. "Los cuatro primeros meses y medio del año, los robos con fuerza han descendido un 38% en la ciudad y usted se queda con si romper el cristal de un establecimiento con la tapa de una alcantarilla obedece a una misma conducta en distintos sucesos; no se quede con lo anecdótico", recrimina Marian Gutiérrez al edil Alfredo Iturricha.
Y es que, el concejal popular sacó también a colación en la comisión de Seguridad Ciudadana de ayer dos de los últimos robos con fuerza ocurridos en negocios de Vitoria, uno en el restaurante Mano Lenta de San Martín y otro en un obrador del barrio de Judimendi. Ambos ocurrieron de madrugada y en el primero de ellos, los atracadores golpearon el cristal con un adoquín para pasar al interior del establecimiento.
En otro punto del orden del día, el PP insinuó una "aparente pasividad" por parte de la Policía Local de Vitoria en la pelea entre una veintena de personas ocurrida en Salburua. "No hubo pasividad por parte de la Policía Local", zanjó la responsable de Seguridad Ciudadana.
Detalla Marian Gutiérrez que antes del inicio de la trifulca en Bulevar de Salburua, los agentes actuaron de forma preventiva en otro punto del barrio a tenor de una discusión entre varias personas a la vuelta de una celebración. Añade la concejala que los policías apaciguaron la situación, pero al rato, en la centralita de Policía Local se recibió una llamada alertando de una pelea en Bulevar de Salburua y la patrulla que ya estaba en la zona, la que intervino anteriormente, se acercó para tranquilizar los ánimos de quienes se estaban pegando, bronca a la que se fue sumando más gente. Uno de los implicados en la pelea, lejos de calmarse se resistió a los agentes, por lo que fue detenido por desobediencia.
Fue una pelea entre una veintena de personas que sobresaltó el domingo día 15 por la noche a los vecinos de Salburua que residen junto a las obras del tranvía. La agresión con palos comenzó pasadas las 22.00 horas y acabó con un joven de 22 años detenido y siete personas identificadas. Los vídeos grabados por la ciudadanía hicieron que las violentas imágenes corrieran como la pólvora por las redes sociales, razón por la que el suceso tuvo un eco mayor.
Productos valorados en 1.410 euros. Un varón de 28 años fue detenido el lunes en Vitoria por robar en un establecimiento comercial productos valorados en 1.410 euros. Un ertzaina fuera de servicio fue testigo del hurto y retuvo al sospechoso, quien se resistió de forma violenta, hasta la llegada de las dotaciones policiales, según informó ayer el Departamento vasco de Seguridad. El ertzaina fuera de servicio observó cómo parpadeaba el sistema de alarma de un establecimiento cuando un hombre salía con varias prendas en los brazos con una actitud nerviosa, mirando hacia el interior del comercio mientras abandonaba el centro comercial.