En los próximos meses está previsto que Nuclenor, la empresa que aún es propietaria de las instalaciones de la central nuclear de Santa María de Garoña, traspase el complejo a la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) para su desmantelamiento y recuperación del terreno.
Con ese motivo, la patronal burgalesa FAE, junto con Enresa, están diseñando un registro especial para incluir a aquellas empresas que estén interesadas en presentarse a las diversas licitaciones que se tienen que realizar para acometer las diversas fases de obras y servicios necesarios para desalojar del lugar todo resto de la central nuclear.
La medida se toma porque el desmantelamiento se prolongará fácilmente unos quince años, según tienen estimado en Enresa, y muchas de las ejecuciones que se deben realizar precisan de numerosos permisos, certificaciones y trámites administrativos que se pueden prever para que las obras no se demoren más de ese plazo.
La central paró su instalación a finales del año 2012 y desde entonces se ha estado trabajando en la retirada de materiales radiactivos utilizando, en primer lugar, la piscina que tienen para esa custodia y en los últimos meses unos depósitos que están siendo construidos por la empresa Equipos Nucleares, un total de 44, que ya han comenzado a llegar y que tienen un coste, en conjunto, cercano a los 130 millones de euros. Lo que aún no está decidido es a dónde se llevarán esos 44 depósitos en el futuro
La Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) es una organización empresarial de ámbito provincial y de carácter intersectorial. En la actualidad está compuesta por más de 50 asociaciones de empresarios y más de 10.000 empresas pertenecientes a los distintos sectores económicos: Industria, Comercio, Construcción, Hostelería y Servicios.