Han sido unos años llenos de incertidumbre, especialmente para eventos en directo, pero, por segundo año consecutivo, las charlas que ofrece TEDxVitoriaGasteiz regresan al Palacio Europa el 7 de mayo con público para disfrutar de ponencias de personalidades de renombre como Nilofar Bayat, Jordi Moltó o Miryam Artola, entre otras. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha tenido la oportunidad de charlar con Cristina Juesas, una de sus coordinadoras.
Háblenos de TEDx, ¿en qué consiste el evento?
-TEDx es una especie de franquicia de eventos que tienen lugar a nivel mundial y que están organizados por equipos de personas voluntarias. Cualquiera puede pedir una licencia a TED y te la pueden dar o no. Nosotros en el año 2014 pedimos la licencia, nos la dieron y empezamos a hacer un TEDxAlmendra Medieval. Desde abril de 2015, que hicimos el primer evento, hasta mayo de 2021, que fue el último, hemos hecho siete eventos grandes anuales. Son charlas cortas, entre 10 y 15 minutos, que tratan de temas diversos: ciencia, medicina, arquitectura, periodismo...
Los temas son muy diversos pero siempre van a despertar interesar a alguien, en mayor o menor medida, ¿no?
-Eso es. La idea es que las charlas, a diferencia de otros eventos, giran en torno a una única idea central. Cada persona puede tener una idea única que hace que esa charla solamente la pueda dar dicho ponente, ya sea por su trayectoria profesional, experiencia vital o el motivo que sea. Para la gente que va al evento, lo que más impacta es esa exposición a mogollón de ideas diferentes que tienen esa capacidad, en un momento dado, de cambiar tu perspectiva respecto a un tema. Por ejemplo, en 2019 vino una periodista de Euronews que había estado un mes en el barco Aquarius, que va a rescatar inmigrantes en el Mediterráneo, y nos contó la historia en primera persona de cómo había vivido ella un rescate, cómo era la gente que habían rescatado... E incluso llevó a esas personas al evento. Fue muy impactante por cómo hizo la charla y tener a esas personas allí hizo que muchas personas cambiaran su opinión respecto a la inmigración o los refugiados.
¿Cómo se elige qué ponente va a dar la charla sobre qué tema?
-El comisariado del evento lo hacemos de forma inversa, es decir, no contactamos con alguien porque sea famoso, sino que nos preguntamos: ¿De qué tema queremos hablar? Una vez tenemos el tema enfocado, ¿conocemos a alguien que pueda hablar de esto en concreto? Si nos gusta, contactamos con esa persona y si nos dice que sí, pues para adelante.
¿Recuerda algúna charla con mayor éxito que otras?
-Hay varias, no hay una en concreto que pueda decir que haya sido espectacular. Por ejemplo, en esta última edición de 2021, la edición pandémica en la que todos estábamos separados y con mascarillas, tuvo mucho éxito la charla de Sara Buesa, de cómo tenemos que acercarnos como sociedad. Otro ejemplo es Asier Sanz, ilustrador, que habló de creatividad, un tema completamente diferente al anterior y también tuvo mucho éxito. Gorka Orive habló del biomarcador que han descubierto para identificar el alzheimer. Yo creo que no depende tanto del tema sino del ponente, y cómo se enfrenta al tema. Si es capaz de transmitir su idea con pasión y buenas artes, la charla llegará más al público.
A la hora de realizar una buena charla, ¿cuáles son las pautas principales para que el ponente logre persuadir con su mensaje?
-Sí o sí hay que conectar con la audiencia de algún modo. Si tú vas a soltar tu rollo, el que sea, y ya, no vas a conectar con la gente que esté allí. Para ello, hay que hablarles en un idioma que entiendan.
Mucho más si se tiene en cuenta que varios de los temas que se tratan pueden ser muy densos y se puede perder al público desde el primer minuto, ¿no?
-Exacto, hay que utilizar un lenguaje cercano. También es súper importante que, de algún modo, pongan ejemplos para acercar el tema. Una compañera y yo solemos hacer un coaching a los ponentes y siempre recomendamos que no vendan su moto, aunque tengan un producto. El público, si la charla es buena, se lo va a comprar igual, pero no se trata de una charla comercial.
¿De qué manera ha afectado la pandemia a las charlas y eventos de TEDx?
-Hemos tenido entre suerte y tesón. Cuando nos sorprendió la pandemia, teníamos el evento de mayo cerrado, organizado y, vaya, solo le faltaba el lazo. Mi compañera Maitane y yo hablamos con el Palacio Europa para ver qué fecha teníamos disponible en septiembre y luego hablamos con todos los ponentes para preguntar si podrían adaptarse. Todos dijeron que sí y nos comunicamos con la audiencia del cambio de fechas. Eso sí, todo esto antes de que se declarase el estado de alarma. Nos confinan a todos en casa y ya vimos que ni en mayo ni en septiembre. Entonces dejamos a algunos de los ponentes para 2021 y con el resto, en vez de hacer un evento en directo con público, los grabamos dando la charla y lo retransmitimos online sin público. Este pasado año sí que pudimos hacerlo totalmente normal en mayo en el Europa, con restricción de aforo, pero en directo y con público, con casi normalidad. Es verdad que la tensión la teníamos pero fuimos el primer evento grande en el Europa después de un año y medio y salió todo bien.
En una situación tan especial como la de los pasados años, ¿se podía entender una charla sin público?
-El público es una parte súper importante, para hablarle a una cámara hay que estar acostumbrado, es complicado. Nosotros grabamos los vídeos en Ataria. El ponente estaba enfrentado al equipo organizador y las cámaras, que estaban haciendo un poco de público, pero, obviamente, se echa de menos el contacto con la gente.
En cada año han acompañado la programación con una palabra para cada situación: en 2020 fue Duality y en 2021 Uncertain. ¿Qué tienen preparado para 2022?
-Contamos con que en mayo estaremos, al menos, como el año pasado, pero te puedes imaginar la incertidumbre al preparar estos eventos. El tema de este año es Empowered. Después de dos años de pandemia, de depresión absoluta, se vislumbra, aunque sea a lo lejos, un final del túnel en el que creemos que sí vamos a salir empoderados. Aunque todo parezca horrible, en realidad ha habido solidaridad, ha habido esfuerzos de ciencia y tecnología que nos han dado las vacunas, imagínate cómo estaríamos sin ellas ahora. Hemos visto a la gente con ganas de juntarse y dándose abrazos, y creemos que es hora de volver al optimismo.