En ocasiones sucede que, cuando una persona encuentra en la calle a un animal herido, inmediatamente, con buena voluntad, se acerca para ayudarle y lo recoge, sin saber que su actuación puede resultar contraproducente para el ejemplar; se actúa mal sin querer y con toda la buena voluntad. Por ello, la jefa de sección de Espacios Naturales y Biodiversidad de la Diputación de Álava, Marta Olalde, recomienda "pedir consejo, antes de actuar".
Y enumera varios casos, como por ejemplo, no liberar en la naturaleza un galápago de Florida ya que, al tratarse de una especie invasora, depredadora y muy voraz, va a crear problemas", asegura. "Si ya te has cansado y no quieres seguir con esa mascota, pide un buen consejo a un profesional; llama a Martioda o a la perrera municipal", aconseja.
Otro caso frecuente es el de los corzos. Cuando una persona ve un corzo desvalido, normalmente lo coge; sin embargo, lo mejor sería no hacerlo, ya que es probable que la madre ande a poca distancia, observando, sin atreverse a acercarse porque teme a cualquier ser humano.
"Estamos recogiendo a un animal que, después, al trasladarlo en coche al centro, puede sufrir mucho estrés, a veces, incluso muere de un infarto. Se trata de una especie muy sensible y puede acabar mal el traslado hasta el centro, con lo que conseguimos el resultado contrario al que buscamos, que ya no pueda regresar a la naturaleza, que es donde estaría bien", informa.
Otro ejemplo: un pollo que se ha caído del nido e intenta volar, pero no puede. "Dependiendo de las circunstancias, el consejo sería, primero llamar a Mártioda (945 24 85 15) antes de actuar; hombre, si no queda otro remedio..., pues harás lo que puedas; eso sí, de resguardarlo en casa, mejor no darle ni agua ni leche ni pan".
Liberarlos en la naturaleza
Además, hay que tener mucho cuidado de no alimentar a un animal como si fuera un bebé porque, al final, "le estás troquelando, no va a poder sobrevivir por sí mismo", puntualiza. Y es que, en Mardioda trabajan para intentar salvar a la mayoría de los animales y, después, liberarlos en su medio.