La avalancha de casos es tan estratosférica que los protocolos se actualizan día a día. Ayer, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui anunció que Osakidetza ya no contará los positivos detectados a través de un test de antígenos de farmacia. Sagardui dijo que, a partir de ahora, cualquier persona que dé positivo en una de estas pruebas deberá aislarse en casa sin necesidad de informar al sistema sanitario, de tal forma que Osakidetza solo confirmará el diagnóstico en aquellos casos que precisen de baja laboral.

Este cambio de protocolo se produce en una situación de saturación del Servicio vasco de Salud por el número imparable de contagios. El domingo se detectaron 7.791 nuevos infecciones entre las 18.766 pruebas realizadas, lo que arroja una positividad del 41%, casi tres veces más que el 15% anterior a Navidades. De hecho, la incidencia acumulada en 14 días se ha más que quintuplicado desde antes de las fiestas y se encuentra ya en 6.600 casos por 100.000 habitantes. Además, hay 938 vascos hospitalizados.

En la comparecencia ante la Comisión de Salud del Parlamento Vasco, la titular sanitaria explicó que la irrupción de la variante ómicron ha situado a Euskadi y al resto de países en un “escenario completamente nuevo, en el devenir de la pandemia dada la presión en el sistema sanitario”. Además, los pronósticos siguen siendo malos ya que el número reproductivo básico (R0), que mide a cuántas personas contagia cada positivo, continúa por encima de 1.

Una de las mayores novedades reside en la fórmula para gestionar los casos positivos que provocará que baje el número total de infectados. Hasta ahora, quien daba positivo en una prueba antigénica de farmacia, se le indicaba que informara al sistema sanitario a través del formulario de la web. Sin embargo, con el nuevo procedimiento, se da por válido el autotest y el positivo de esta persona que, simplemente, debe aislarse en casa. “Si es persona de riesgo o se desarrollan síntomas, serán atendidas por la Atención Primaria y por la red de rastreo, contactando preferentemente a través del formulario vía web”, aclaró Sagardui.

Así, solo si la persona precisa confirmación para gestionar una baja laboral o es paciente de riesgo debe rellenar el formulario de Osakide-tza y notificar el positivo.

Coincidiendo con el regreso de los estudiantes a las clases tras las vacaciones de Navidad, la consejera adelantó también cambios en los protocolos escolares, de modo que si hay “algún caso positivo” en el aula el resto de menores deben seguir acudiendo a clase si no tienen síntomas, las actividades “seguirán con normalidad y se aumentarán las medidas de prevención” y, salvo “indicación expresa”, no se hará pruebas al resto.

En caso de que haya “brotes sin control” y en función de la “situación epidemiológica y de la oportunidad, la red de rastreo valorará la realización de intervenciones adicionales”, como, por ejemplo, cribados en el aula.

La comparecencia dio lugar a un airado debate en el que la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera reclamó al Gobierno Vasco la adopción de medidas estructurales no coyunturales en función de la incidencia de la pandemia porque “es el momento de reforzar Osakidetza y no de desmantelarla”.

El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU, Jon Hernández, criticó la situación general de la sanidad pública vasca afirmando que “hay una falta de recursos humanos evidente”. “Tenemos problemas para algo tan sencillo como poder atender por teléfono a la gente cuando llama al ambulatorio”, recalcó.

50% de niños

El 50% de niños de 5 a 12 años ha vuelto a las escuelas con algún grado de inmunización, teniendo en cuenta a los vacunados con una dosis (el 41,8%) y a los contagiados desde el 28 de diciembre.

938 pacientes

El sistema sanitario “sigue tensionado” y son ya 796 los enfermos con covid en planta (eran 560 el 5 de enero) y 142 los que están graves en UCI, 15 más que hace 5 días.

129 jubilados

Se han incorporado 129 profesionales jubilados -56 facultativos y 73 personas de enfermería- para ayudar en esta sexta ola.