La incidencia disparada del virus en las calles vascas también impacta en las residencias de ancianos donde se está acusando esta explosión de casos y se registran más brotes que nunca. Con los contagios multiplicándose, según los últimos datos, hay 389 positivos en el conjunto de los geriátricos de Euskadi con 39 focos activos en Bizkaia, 35 en Gipuzkoa y 14 en Araba. El mapa de centros institucionalizados se llena así de puntos rojos con casos de covid.
De momento, el grado de incertidumbre en estos centros continúa aunque sus responsables aseguran que las vacunas están demostrando su eficacia y las terceras dosis están ayudando a paliar un impacto que podría ser brutal provocando casos más graves y hospitalizaciones.
Y eso que ya se intuía que podía haber un repunte de casos y habría que extremar la vigilancia y las medidas de prevención. En concreto, Gipuzkoa, registró 157 nuevos positivos en covid-19 los últimos tres días, según informó ayer la Diputación foral.
En total 41 personas usuarias de las residencias de mayores guipuzcoanas han superado el covid desde el pasado día 4 de enero hasta el viernes y 44 se encuentran ingresados en los centros de referencia para casos de coronavirus.
Desde el pasado 29 de noviembre ha habido 251 casos positivos en coronavirus, han superado esta enfermedad 91 personas usuarias de las residencias de mayores y cinco han fallecido.
No hay que olvidar que los centros de mayores son los que más duramente han sufrido la pandemia y donde más se ha cebado el SARS-Cov-2. Un total de 5.083 mayores murieron con covid en las residencias de todo el Estado español en 2021, el año de la vacuna, frente a los casi 26.000 que fallecieron en estos centros en el primer año de la pandemia con prueba positiva o síntomas compatibles con el coronavirus. Son las cifras que arroja el último balance del Imserso, hecho público ayer, y que recoge también el impacto de la variante ómicron en las residencias en la última semana del año (del 27 de diciembre al 2 de enero), con 3.647 positivos, frente a los 1.622 de la semana anterior; y 50 fallecidos con prueba positiva, frente a los 36 de la semana previa.
El Imserso comenzó a recoger los datos de los fallecimientos por covid o con síntomas sospechosos en la estadística desde el 14 de marzo de 2020, sin contabilizar los posibles que hubo antes de que se decretara la pandemia -enero, febrero y la mitad de ese marzo-.
Con este panorama, el Sindicato de Enfermería, Satse, denunció ayer la “sobrecarga” de trabajo que la sexta ola de la covid está generando en las residencias alavesas y exigió a la Diputación que contrate a “todo el personal necesario” para garantizar una atención adecuada y unas condiciones laborales dignas.
En una nota, Satse aseguró que las profesionales que trabajan en estas residencias están “desbordadas y agotadas” y criticó que la entidad foral afirme que se “está pudiendo hacer frente a las sustituciones de las personas que están de baja por contagio o contacto estrecho”, algo que según esta central está “muy alejado de la realidad”.
“Se ha llegado a la sexta ola con una situación que se ha agravado hasta llegar al límite y sin previsión de cambio en la política de contratación”, afirmó Satse, que acusa a la institución foral de dejar a las residencias en una “situación crítica de sobrecarga, saturación y tensión asistencial que perjudica a los usuarios y a los trabajadores.”