El vitoriano Borja Lázaro fue visto por última vez en Colombia en enero de 2014 y sus familiares y allegados siguen pidiendo que su caso no caiga en el olvido. Este sábado, bajo el lema, Te esperamos Borja. Zure zain gaude Borja, su entorno más cercano llama a concentrarse a 12.30 horas frente a la sede de Correos de Vitoria, para “que no se olvide que Borja lleva 8 años desaparecido”.
Lázaro, ingeniero informático aficionado a la fotografía, fue visto por última vez la noche del 7 al 8 de enero de 2014 en una posada de la localidad costera de El Cabo de la Vela (La Guajira, Colombia). Tenía 34 años y estaba en la zona haciendo un reportaje fotográfico.
Las horas previas a su desaparición las pasó tomando unas copas junto a un grupo de turistas. Sus pertenencias, entre las que encontraban su cámara de fotos y su pasaporte, se encontraron en el establecimiento en el que se alojaba. Desde entonces la Policía colombiana ha barajado varias hipótesis pero ninguna ha ido a más y a día de hoy se desconoce lo que pudo pasar.
El pasado año su familia reclamó a través de las redes sociales que se mantuviera vivo su recuerdo ya que debido a la pandemia de coronavirus decidió no organizar ningún acto como había hecho hasta entonces en cada aniversario de su desaparición.
"Desde el primer minuto"
Por otro lado, el Ayuntamiento de Vitoria ha renovado su compromiso de “responder con eficacia desde el primer minuto” cuando desaparezca una persona porque el papel de las entidades locales es “imprescindible y de alto valor” para intentar localizar al desaparecido y atender a las familias.
El Consistorio de la capital alavesa se ha adherido así a la declaración de los gobiernos locales en solidaridad con las familias de las personas desaparecidas sin causa aparente con motivo de la celebración el próximo lunes del día dedicado a estas personas.
En el Estado
En el Estado se denuncian al año unas 30.000 desapariciones y “aunque la gran mayoría se resuelve, otras muchas quedan sin respuesta, dejando abierta la incógnita sobre si las personas ausentes siguen vivas o muertas, con el consiguiente dolor y desamparo de sus familiares”.
El Consistorio señala que cuando se produce una desaparición el plan de acción municipal debe estar bien definido y contemplar acciones como informar rápidamente, atender a las familias, pedir ayuda a la ciudadanía local, disponer de la cartografía del territorio y coordinar a la Policía Local y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con “especial atención” a los grupos más vulnerables de la sociedad.