aiara Marth y Rachel Lesslar se han propuesto que las motos eléctricas ocupen la pole position en cuanto a este tipo de movilidad en el Estado, por ser, como destacan, una energía mucho más limpia y barata que las de combustión fósil. Para lograrlo así esta vascobrasileña criada en Donostia desde los 15 años y su colega, una malaya de origen irlandés afincada en la capital vizcaína, están al frente de Vostok Electric, una startup fundada en 2016 en Bilbao por un grupo de amigos, con sede en la Escuela de Ingeniería, de la calle Alameda de Urquijo, y el apoyo del Gobierno Vasco y Diputación de Bizkaia, tras recibir la subvención a empresas innovadoras. De esta forma, la meta común y final que buscan, "la de que haya una forma mejor de movernos en el día a día", no parece ya tan inalcanzable.

"Y que tengamos constancia, somos el primer equipo cofundador de este tipo que sea femenino", resaltan desde esta firma vasca que desde agosto ha acelerado su idea de volverse más sostenible, para que su producción sea lo más local posible, trasladándola al Parque Tecnológico de Álava. "Si queremos crear un impacto social sostenible, es importante que lo seamos en cuanto a las materias primas que usamos, la ubicación del taller y el tipo de empleo que ofrecemos para que revierta en un impacto positivo local", precisan con orgullo.

Allí, bajo la filosofía de kilómetro cero, está la nueva oficina-taller de esta firma vasca, donde en colaboración con Xabi Borinaga, de Kilker Mobility (que diseña patinetes eléctricos con enfoque sostenible), ya están manos a la obra para hacer realidad su nuevo prototipo: el 125, "desarrollado y fabricado totalmente de forma local" que pretenden que esté listo a finales de 2022. "Estamos apostando por el crecimiento local sostenible ya que crecer de forma local es el escenario idóneo para una startup como la nuestra. La crisis mundial de falta de suministros en materias primas nos ha llevado a acelerar el desarrollo de un modelo de moto equivalente a 125 totalmente local", explican.

La idea de apostar por las motos eléctricas surgió en China, donde Lesslar estudiaba el grado de Business y vio el éxito que allí tenían, al venderse unos 30 millones de unidades cada año y por un precio asequible, "desde unos 300 euros", como subraya su compañera.

Por eso mismo decidieron trasladar este boom aquí, pero, eso sí, intentando superar las barreras detectadas en el Estado: por un lado, el precio y por otro, la autonomía y la carga de la batería. Fundaron así su startup, "para que la moto eléctrica fuera una alternativa real porque vimos que todas las que había en España, para nada, para nada, eran interesantes porque eran supercaras y no tenían casi autonomía, así que empezamos a desarrollar este proyecto. No puede ser que nosotros queramos dar el paso de motos de gasolina a otras eléctricas, cuando no es para nada comparable", recuerda Marth

Fue, en concreto, en 2016, cuando nació Vostok Electric cuyo nombre viene de la primera nave espacial tripulada por Yuri Gagarin, el primer ser humano en viajar al espacio exterior, a bordo de la Vostok 1. "Hubo un total de seis misiones. Por eso nuestro primer modelo lleva el número 7, porque es la séptima misión que intenta ayudar a las personas a hacer el cambio hacia un nuevo estándar eléctrico", matiza.

Esta primera scooter, la E7, que empezaron a comercializar en 2019, de la que llama la atención su batería portátil, "para poder cargarla en casa, en el trabajo o en el gimnasio con un enchufe normal". Tiene una autonomía de 130 kilómetros, "suficientes para recorrer diez veces la distancia entre Pinto y Valdemoro o dar 200 vueltas a un campo de fútbol, con sólo una carga" y un motor compacto y de bajo consumo.

Cada una de ellas se puede adquirir por 2.390 euros, están disponibles en tres colores (rojo, negro y crema) y tienen la previsión de cerrar el año con 150 unidades vendidas. Una de las vendidas es a un señor de 89 años de Alicante, porque sus motos son para todas las edades. "Nos parece maravilloso porque el objetivo es ayudar a todas las personas a hacer el cambio, para impulsar la movilidad eléctrica en motocicleta", añaden.

Se pueden comprar a golpe de click (https://vostokelectric.es/), probarlas antes si así se desea, porque tienen en siete ciudades puntos de distribución y en breves fechas se podrá pedir, también a través de su web, si así se desea, su nuevo modelo: el E7 Plus, con un motor más potente: 2200 W, en el que todas las luces pasan a ser Led, la batería ahora pasa a ser de 60V 30Ah. y las ruedas de 12 pulgadas, en vez de 11. "La estética del E7+ es similar. Nos gustaba que nuestro modelo tuviera poco plástico. Estamos intentando crear un producto que aporte sostenibilidad. Lo que cambia es la autonomía de la batería: con mayor capacidad, un motor más potente. Ahora es más sencillo subir cuestas o llevar peso", resalta. Y su batería seguirá siendo de quita y pon, "porque en el mercado hay cargas de 6 a 8 horas y con la nuestra con 4 horas tienes el 100% completo, con un enchufe normal para cargarla cuando quieras. Y se pueden llevar dos baterías".

En cuanto al nuevo prototipo 125 que están creando en Álava, también tendrá novedades. "Para finales de año estamos planteando hacer una colaboración con diferentes artistas y empresas de reciclado de plástico para que la persona que quiera pueda comprar la pintura de un artista o un determinado plástico reciclado", avanza Marth, dentro de los aspectos que puede detallar.

La Vostok E7 tiene un motor de 1.500 W, una batería de 60V 26Ah y ruedas de 11 pulgadas. El nuevo modelo E7 Plus tiene un motor más potente, de 2200 W, luces Led, batería de 60V 30Ah y ruedas de 12 pulgadas.

"Estamos apostando por el crecimiento local sostenible en el Parque Tecnológico de Álava"

Vostok Electric