Crece la preocupación ante el repunte de contagios en Vitoria

"Desde mi punto de vista, los contagios van a ir en aumento", indica Guillermo Aguilar, "principalmente por la juventud". Aún en proceso para iniciar su vacunación, los jóvenes representan la principal preocupación para este bilbaíno. "Vemos que hay mucha obsesión por salir", señaló María Victoria Cabello, pareja del anterior, quien afirma que se encuentra entre las personas que también quieren volver a disfrutar del ocio como antes. "Pero esa locura que hay en la juventud no la entendemos, esos botellones, beber del vaso del otro... Eso, en pandemia, tendría que estar totalmente prohibido", añade.

Por su parte, Patricia Escudero y Clara Calleja, no comparten el mismo punto de vista. "Se está criminalizando mucho a los jóvenes, pero hay mucha gente de 30, 40 o 50 años que también sale", explica Escudero. Calleja también comunica una de sus experiencias como sanitaria. "He trabajado en la planta covid, y he tenido a gente más mayor que dice que también sale de fiesta, pero claro, si se contagia, que luego no diga que son los de 18 años", asiente. "Hay un poco de todo", continúa, "seguramente salgan más los de 18 y 25 años, pero no son los únicos".

Ante la actual medida que entró en vigor ayer, que prohibe las reuniones en lugares públicos como parques y playas desde medianoche hasta las 6.00 horas, Aguilar se muestra optimista. "Todo lo que sean medidas para bajar los contagios son buenas", expresa. "Está claro que a las ocho de la tarde también te puedes contagiar, pero que no dejen juntarse a la gente en masa siempre es bueno". Cabello aprovecha para reflexionar respecto a la salud. "Es lo más importante que tenemos", subraya, porque, "si nos falta la salud, nos falta todo".

Por otro lado, las dos jóvenes inciden con escepticismo en el intento del Ejecutivo vasco de intentar detener los aglomeraciones y botellones. "La gente busca alternativas si no les dejan salir, se van a casas, al río...", asegura Calleja. Algo que Escudero comparte. También añade que todo derivará en un "menor control" porque "nadie va a ver los contactos en esos pisos, en los botellones o en las playas pueden dispersar un poco más". Aún así, comprenden las preocupaciones que el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, declaró esta semana respecto a la imposibilidad de mantener un control completo de cada ciudadano. "La medida va a servir para disuadir a mucha gente, por el miedo. Pero es verdad que no puede haber policías en todas las esquinas, así que los jóvenes van a terminar buscando alternativas", concluye Calleja.

Por último, la modificación en el uso de la mascarilla está directamente relacionado con el repunte de contagios para la pareja vizcaína. "Yo creo que tendríamos que haber esperado más tiempo, porque llega el verano y las vacaciones", opina Aguilar, que ofrece un dato para reafirmar su declaración. "Hoy por hoy, más del 50% de la gente la seguimos llevando, sea joven o mayor", confirma.

Escudero comparte esa sensación, ya que ha visto "a más gente de la que esperaba llevándola", indica. Al igual que ella, Calleja, quiso remarcar la diferencia que, a su juicio, no toda la ciudadanía entiende. "Si en una calle grande o un parque nadie tiene mascarilla, vale", pero, en calles más estrechas, con gente caminando al lado, no se respeta las medidas establecidas. Medidas que varían de semana en semana, pero no parece, de momento, que consigan reducir el número de contagios en el territorio vasco.

"Creo que tendríamos que haber esperado más tiempo para quitarnos la mascarilla"

Vecino de Bilbao

"Esa locura que hay entre la juventud por salir, con los botellones, no la entendemos"

Vecina de Bilbao

"La gente va a buscar alternativas, si no les dejan salir se irán a las casas o al río"

Vecina de Miranda de Ebro

"Se está criminalizando mucho a los jóvenes, hay gente de 30, 40 y 50 años que también sale"

Vecina de Gasteiz