Este viernes el histórico comedor social de la parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados servirá su última comida. Tras más de medio siglo de vida, la Obra Social de este céntrico templo cierra el que ha sido su buque insignia, tras la guardería, el dispensario y los salones sociales que desde los años 70 fueron referencia en la ciudad bajo la tutela del padre Javier Illanas.
Esta viernes el obispo de Vitoria ha celebrado en la nave central de la parroquia la misa de acción de gracias por los más de 51 años en los que el comedor ha estado activo y también para dar gracias a Dios por la presencia de las Religiosas Esclavas de Cristo Rey, que han estado casi 47 años trabajando al frente de esta iniciativa de la Obra Social y que se marchan de Vitoria para realizar tareas similares en otros puntos de España.
A ella han acudido todas las hermanas y la superiora general de la congregación, la navarra Sor Resurrección Lecuna, trabajadores y una treintena de voluntarios que han estado dedicando su tiempo a este servicio en diferentes etapas. La misa ha sido concelebrada además por el párroco actual, José Ángel Riofrancos, y los anteriores a él y responsables antaño de la Obra Social, Alfredo Arnáiz y Juan Carlos Pinedo.
"Un día triste"
"Es un día triste y lo veo en las lagrimas de algunos de vosotros aquí presentes". Monseñor Elizalde ha expresado su "entero agradecimiento en nombre de la diócesis de Vitoria a tantísimas personas, especialmente voluntarios, que desde el minuto cero estuvieron cubriendo las necesidades de miles de personas con la guardería, el dispensario, el comedor, la asistencia a los mayores, viudas y viudos", ensalzando también la figura del padre Illanas y de todos los que lograron poner en marcha la Obra Social de esta parroquia "que tanto bien ha hecho a miles de vitorianos durante medio siglo".
El obispo de Vitoria les ha recordado además al equipo parroquial que "habéis estado a la altura de las circunstancias durante todos estos años, al inicio con obreros y personas llegadas de otras zonas de España, con estudiantes universitarios y luego con los vecinos con menos recursos, especialmente con la crisis económica tan grande que tuvimos en 2008 y que duró varios años, así como en esta última crisis con la pandemia donde habéis elaborado comidas y cenas en tuppers para que nadie se quedase sin su sustento alimenticio diario".
Ahora, el Ayuntamiento
Ahora que el Ayuntamiento se hará cargo de dar comidas y cenas a las personas sin recursos, "nosotros intentaremos llegar con nuevos esfuerzos a nuevas pobrezas, pues como siempre hemos hecho, estaremos allí donde estén los últimos, los más vulnerables". Y ha querido recordar que este comedor "no ha sido solamente un lugar para dar de comer", añadiendo que "ha sido un punto de encuentro, una familia donde los unos se preocupaban de los otros, donde había interés por el día a día de las personas que aquí venían, donde había preocupación si uno faltaba o si estaba enfermo".
Esta atención y cuidado que iba más allá de poner un plato encima de la mesa ha sido "gracias a todos los párrocos, a las queridas hermanas que por aquí han pasado, a los trabajadores y a los voluntarios que dedicaban su tiempo a estar junto a los más pobres". Juan Carlos Elizalde ha finalizado destacando que "la Iglesia, de la mano de su Doctrina Social, siempre estará al lado de los últimos, de los más necesitados, de todo aquel que llame buscando auxilio".