La hostelería de Trebiño, tanto en el municipio del Condado como en el de La Puebla de Arganzón, vive con una total incertidumbre por la falta de noticias oficiales sobre cuál debe ser el modo de operar en estos momentos, ya que a pesar de que el Gobierno central había dictaminado que los enclaves debían seguir las pautas del territorio donde se encuentran, la Junta de Castilla y León se opone a ello.

La imagen de ese desacuerdo se plasmó el pasado fin de semana, cuando la restauración de Trebiño había abierto para atender a los vecinos del municipio y a los de los pueblos vecinos y en el restaurante Urgora, en Torre, se presentó una patrulla de la Guardia Civil para reclamar responsabilidades por la apertura del restaurante, basándose en los criterios de la Junta de Castilla y León.

Estos llegaron a entrar en el restaurante causando la alarma entre quienes allí estaban y argumentando que querían comprobar el aforo. A la propietaria, Laura Muñoz, la anunciaron que la denunciarían y hasta llegaron a fotografiar el carnet de identidad de ella con el teléfono móvil anunciándola que se presentara en el cuartel al día siguiente, según ha comentado ella misma a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

En las horas siguientes, a raíz de gestiones realizadas por terceros, recibió una llamada para que no se presentara y le confirmaron que no habría denuncia, pero que el suceso le sirviera de aviso. Un aviso del que este popular restaurante tiene constancia todos los días, ya que, según la propietaria, un control de la Guardia Civil se sitúa casi todos los días a las puertas de su local.

Ante esta situación los hosteleros de Condado de Trebiño crearon una Junta de Hostelería y enviaron una nota a los ayuntamientos reclamando una solución a la situación. Tanto Enrique Barbadillo, de Condado de Trebiño; como Pablo Ortiz, de La Puebla de Arganzón, enviaron a su vez sendas cartas al Gobierno Vasco y a la Junta de Castilla y León solicitando una "reunión urgente con el fin de establecer los mecanismos para garantizar una estrategia única frente a la amenaza del SARS-CoV-2 y dar seguridad, tanto sanitaria como jurídica, al conjunto de la ciudadanía del enclave de Trebiño". Los dos alcaldes han tratado de contactar con la Junta de Castilla y León y con el Gobierno Vasco, pero ellos mismos han confirmado que no les ha sido posible

Sin embargo, la principal queja de todos los afectados es la falta de información. Nadie les comunica cuando abrir o cuando cerrar, si se mantiene el criterio de ajustarse a las normas del País Vasco o si esa orden ya no funciona así.

Por ello, tratando de encontrar respuestas, mañana viernes los 8 hosteleros del enclave serán recibidos por el diputado general de Álava, Ramiro González, quien "ha hecho un hueco en su agenda", para conocer de primera mano su situación, como confirmaba Laura Muñoz.