na veintena de alumnos voluntarios de FP de Mendizabala ha creado, en tiempo récord, tres kits de escape roomno pueden entrar a la unidad pediátrica del Hospital de Txagorritxu.

Una de las voluntarias, Irati Guerrero -estudiante de primer curso de diseño y edición de publicaciones impresas y multimedia-, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que esta iniciativa nació "en plena semana de exámenes, y aparecieron dos chicos que trabajaban en la OSI Araba a presentarnos el proyecto" junto con miembros de ExpressYourClown, creadores de esta idea.

Ellos les explicaron que querían crear para los txikis que se encuentran ingresados en la unidad pediátrica un pequeño juego, una escape room, para que pudieran jugar en el periodo de navidades dado que no iban a poder recibir visitas, y después poder seguir usándolo en los próximos meses, dado que los payasos tampoco pueden penetrar en el centro en estos momentos y han tenido que aparcar sus píldoras humorísticas en el hospital.

Las escape rooms se han popularizado en los últimos años en distintos formatos -centros que recrean espacios fantásticos o de ciencia ficción, ciudades enteras que esconden pistas a descubrir por quienes se aventuren entre sus calles, etc.-, y ahora un tipo de salas de escape que está cobrando importancia es el que viene en kit para celebrar en casa solo o con amigos una velada diferente, en la que los participantes traten, siguiendo diferentes rastros y pistas, de encontrar la solución mientras pasan un rato divertido.

Y eso es exactamente lo que han hecho estos veinte voluntarios. "Teníamos muy poco tiempo para hacerlo", reconoce Guerrero, porque les avisaron con quince días de antelación. Sin embargo, consiguieron sacarlo adelante. "En el módulo trabajamos con el modelo Ethazi y los valores 4.0. Lo primero hace referencia a avanzar por retos reales, y lo segundo a educar a los alumnos a ser mejores personas. Por eso, el centro acogió este proyecto de primeras y nos lo presentaron a los estudiantes de primero, segundo y tercero", explica además esta alumna.

Entre los tres cursos, se han organizado para crear todos y cada uno de los detalles que conforman estos kits. Primero y segundo se han dedicado a diseñar, y tercero a imprimir. Además, también han participado estudiantes de Imagen y Sonido del centro, porque muchos de los contenidos van por vídeos.

Para poder jugar, lo primero que van a recibir los txikis es una carta en la que, tras desplegarla, podrán leer que la profesora Gominola ha desaparecido y el detective les pide su ayuda para poder dar con ella. Tras esta lectura, se les dará una pequeña clave -"como si fueran los recortes de un periódico"-, de la que deben informar a una enfermera. "Tienen que llamar al timbre de la habitación, y vendrá una enfermera que les dirá la contraseña para que puedan continuar", prosigue.

Ella les hará entrega del kit, y dentro se van a encontrar un cubo para descifrar un código, un libro, un vinilo gigante para poder jugar un ikusi makusi -esto estará instalado en todas las habitaciones-, un jeroglífico, etc. "La mayoría funciona con códigos QR", añade.

Está destinado a todas las edades, y dado que en estos momentos no pueden salir de sus habitaciones, podrán jugar solos o con su compañero de habitación.

Además, todos -enfermeros, padres, etc.- estarán compinchados y cumplirán una función. "Mediante el teléfono de quien les acompañe, podrán descifrar los códigos QR y de esta forma seguir jugando", resume en ese sentido Irati. Porque al desencripitarlos, aparecerán también los payasos de la asociación alavesa.

Todo esto, esta experiencia que han cosechado, también reporta a estos alumnos una oportunidad para explorar las posibilidades que tiene su trabajo. "Estamos planteando también hacer una oca en vinilo para que puedan tenerla en la habitación". Y es que van a seguir. Sacaron tres kits como prueba, y visto que a los peques les ha gustado, se llegó a comentar incluso "poder meterlo en todas las unidades pediátricas de Euskadi".

"Una vez que los txikis lo probaron y nos llegó un audio de los payasos y de los chicos que nos presentaron el proyecto, me dieron ganas de llorar al saber que lo habían pasado bien", reconoce además Guerrero. Y es que, aunque confiesa que quiere trabajar de lo que está estudiando, muchas de las actividades que desarrolla en su tiempo libre están destinadas a amenizar las jornadas de los más pequeños de la casa.

En definitiva, esta experiencia es algo que le ha producido mucha satisfacción a esta joven de 22 años que, junto al resto de voluntarios del proyecto, han trabajado para sacar una sonrisa a estos pequeños que tendrán en esta escape room y ser los héroes de la historia, aquellos que encuentren a la profesora Gominola en una aventura con final feliz.

"Ser consciente de que un niño se lo ha pasado bien con algo que has creado y además en tan poco tiempo, es indescriptible", añade. Y es que todos estos alumnos tienen la mirada puesta ya en el futuro, en descubrir todas las formas con las que pueden ayudar a través de la que es y será su gran pasión, el diseño gráfico.

Contenido. Dentro del kit los pequeños que jueguen se van a encontrar un cubo para descifrar un código, un libro, un vinilo gigante para poder jugar un ikusi makusi -esto estará instalado en todas las habitaciones-, un jeroglífico, etc.

Especificaciones. El juego, adelantan sus creadores, está destinado a niños y niñas de todas las edades, y dado que en estos momentos no pueden salir de sus habitaciones, podrán jugar solos o con su compañero de habitación.