a capital alavesa se suma a las iniciativas que se vienen desarrollando estos días en la tercera edición de la semana contra el desperdicio alimentario. Se trata de una acción coordinada por la Asociación de fabricantes y distribuidores (AECOC), que dio comienzo el lunes y van a estirarse hasta el domingo 4 de octubre.
La jornada de ayer se dedicó a la concienciación sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos declarado por Naciones Unidas. Con tal motivo se iluminaron de verde la fachada de la Casa Consistorial, los Arquillos y el kiosko de La Florida, sumándose así a la actuación Marea Verde contra el desperdicio en la que diferentes ayuntamientos iluminarán sus edificios emblemáticos.
El Ayuntamiento de Gasteiz está implicado activamente en la lucha contra el desperdicio alimentario y en la consecución del objetivo marcado por la ONU para reducir a la mitad esta pérdida de alimentos para el año 2030. En este sentido, forma parte de la plataforma de Euskadi contra el despilfarro de alimentos y ha venido realizando diferentes actuaciones como el estudio diagnóstico del desperdicio y de buenas prácticas sostenibles en los restaurantes de Gasteiz, y la elaboración y difusión de la guía Desperdicio cero, con información útil para que los restaurantes puedan prevenir y reducir el despilfarro de comida, en el año 2019.
Durante 2020 se han distribuido 130 ejemplares de la guía en distintos establecimientos del sector de la hostelería y en el 80% de los casos se ha mostrado gran interés por la guía, con una actitud receptiva. Asimismo, se ha podido comprobar que en el 87,67% de los casos tienen implantadas medidas para reducir el desperdicio alimentario.
Además de esa acción de iluminar los principales edificios de Gasteiz, se llevan también a cabo una serie de acciones simultáneas en todo el Estado para sensibilizar y concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de poner en valor los alimentos y crear estrategias para evitar el desperdicio. Según la organización de las Naciones unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), un tercio de los alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo, lo que supone un total de 1.300 millones de toneladas al año. En esa clasificación de lugares dónde más se desperdicia, España ocupa el séptimo lugar. Por su parte la Comisión Europea estima que, del total del desperdicio, el 42% pertenece a los hogares, el 39% a la industria, el 14% a la restauración y el 5% al comercio.
Según las Naciones Unidas, promotora de este Día internacional de concienciación sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos, en el mundo se desperdician o pierden un tercio de los alimentos que se producen, y esta cifra alcanza el 45%, en el caso de las frutas y hortalizas. El objetivo es concienciar sobre la importancia del problema y sus posibles soluciones a todos los niveles, y promover los esfuerzos globales y la acción colectiva para alcanzar la Meta 12.3 del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS). También se incide reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las diferentes cadenas de producción y suministro.
Desde las instituciones de la Unión Europea, el compromiso es claro: como muestra, la estrategia De la granja a la mesa, adoptada por la Comisión Europea este año, como parte del Pacto Verde Europeo, que propone una serie de acciones concretas para permitir la transición a un sistema alimentario sostenible en la UE, que proteja la seguridad alimentaria y garantice el acceso a dietas saludables.
La Comisión Europea propondrá alcanzar objetivos vinculantes para reducir el desperdicio de alimentos, para finales de 2023, y una revisión de las normas de la Unión Europea sobre las diferentes fechas de caducidad de los alimentos y consumir preferentemente antes para finales del año 2022.
Objetivos a corto plazo. La lucha para reducir los desperdicios alimentarios está ya en marcha y desde la Comisión Europea ya se han fijado una serie de plazos en el horizonte a medio plazo para tratar de llegar a acuerdos concretos. Estipula que para finales del año 2023 ya pueda haber cerrados una serie de objetivos vinculantes. Para finales de 2022 se pretende haber concluido una revisión de las normas en lo referido a las fechas de caducidad y de consumo preferente que figuran en los alimentos.