- La imposibilidad de descorchar este año las fiestas de la ciudad con la habitual marea humana en la plaza de la Virgen Blanca mientras desciende Celedón se va a ver garantizada con el despliegue policial entre las 16.30 y las 19.00 horas de la tarde del próximo martes 4 de agosto en ese epicentro festivo y sus calles aledañas. Así se decidió ayer en el encuentro de coordinación entre la Ertzaintza y la Policía Local de Gasteiz previo al ciclo no festivo en esta ocasión. De esta forma, se colocarán puntos de control policial en las zonas habituales desde las que otros años se limita el acceso de recipientes de vidrio al interior de la plaza.
En esta ocasión su finalidad será la de no permitir la concentración de grupos ni multitudes en el recinto con la intención de escuchar cómo el reloj de San Miguel marca las 18.00 horas y puedan imaginar el vuelo descendente del aldeano de Zalduondo desde su morada en la torre de la iglesia hasta el domicilio de la calle Postas.
"Va a haber un cordón policial en la zona de influencia de la Virgen Blanca, de manera que se prohíba el acceso de personas entre 16.30 horas y 19.00 horas", así lo anunció ayer al mediodía el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, tras mantener un encuentro en sede municipal junto a la responsable local de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez, y el viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Zubiaga.
Esta medida excepcional impuesta por el azote del coronavirus para evitar multitudes que puedan facilitar nuevos contactos se va a ver complementada con otro decreto de Alcaldía habitual en años anteriores. Durante ese espacio de tiempo en el que se suele desarrollar la bajada del símbolo de las fiestas tampoco se van a poder desplegar los veladores de los locales hosteleros en esa zona de influencia de la Virgen Blanca y sus aledaños buscando ese mismo objetivo: que en los minutos previos y posteriores a las 18.00 horas no haya presencia masiva de ciudadanos en las codiciadas terrazas.
Estas dos son las medidas principales del despliegue coordinado de la Ertzaintza y Policía Local de Gasteiz para ese momento culminante que concita el mayor riesgo de concentración. Sin embargo, a lo largo de las 127 horas que discurren desde la llegada de Celedón y hasta la madrugada del día 9 cuando se darían por terminadas unas fiestas en un panorama libre de coronavirus "va a haber una mayor presencia policial en la ciudad durante estos días en aquellas zonas de mayor riesgo de concentración de personas", alertó el regidor. De esta manera puso sobre aviso Urtaran a cuadrillas de adolescentes que puedan decantarse por escapar del núcleo peatonal de Gasteiz hacia cualquier parque de la periferia para consumir alcohol en la vía pública, algo también tajantemente prohibido en esta situación de nueva oleada de la pandemia. Esto va a precisar contar con los efectivos habituales para estas ocasiones de ambos cuerpos, reforzados además con servicios especiales de la Brigada Móvil de la Ertzaintza traídos desde otros lugares, precisó el viceconsejero en su intervención.
No quiso precisar el número exacto de patrullas y efectivos y su incremento con respecto a otras fiestas desarrolladas en condiciones de normalidad. "Depende de los días, las horas, la noche. No es lo mismo el día 4 de agosto que el 7", se excusó Zubiaga. Con esta variabilidad en el número de efectivos disponibles aludió de forma indirecta a la decisión tomada horas más tarde por parte del Departamento de Salud de ordenar el cierre de bares y discotecas a la 1.30 de la madrugada a partir del fin de semana. "Es un dispositivo de salud y no de seguridad ciudadana. Estamos ante un problema sanitario e intentamos que Ertzaintza y Policía Local hagan obedecer a la población que no tiene esa conciencia social", enfatizó con seriedad el representante del ejecutivo autonómico.
La aplicación de estas medidas y sobre todo la adoptada a primera hora de la tarde de ayer por el Departamento de Salud referida al ocio nocturno va a precisar de la inestimable colaboración y apoyo del sector hostelero de Gasteiz durante esa jornadas de las no fiestas de La Blanca. La responsable municipal de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez, desveló las reuniones que en los últimos 15 días han mantenido ambas partes y que encauzaron la correcta celebración de la jornada de Santiago y para seguir en esa línea a partir del próximo martes 4 de agosto. El siguiente encuentro tendrá lugar el viernes donde se presentará a los hosteleros el dispositivo anunciado ayer de cara a "conocer su disponibilidad y medidas que ellos estarían dispuestos a tomar. No son decisiones para fastidiar a nadie, sino porque estamos ante un muy serio problema de salud pública", significó la socialista. Reiteró Gutiérrez la "prohibición" de que en esa franja horaria en la que se va a habilitar el cordón policial en la Virgen Blanca se puedan juntar grupos de más de diez personas que quisieran celebrar el posible descenso de Celedón. "Eso es lo que tenemos que evitar y es la función que tiene establecida ese cordón", reflexionó. Apuntó que esos puntos de control y limitación de aforo estarán "más acotados y cerca de la Virgen Blanca y en términos generales son bastante parecidos a los de otros años", finalizó la socialista.
Las restricciones intentarán minimizar la afección a los locales hosteleros de la zona. Por tanto, las personas que tengan reservas en bares y restaurantes en esa área podrán comer con total tranquilidad. Al abandonar el local deberán salir de la zona restringida por los agentes. De esta forma, las instituciones permiten que no haya una oleada de cancelaciones que perjudiquen al sector hostelero al conocerse el establecimiento del citado cordón policial.