unque el aeropuerto de Foronda ha sido capaz de resistir la crisis del coronavirus mejor que el resto de aeropuertos cargueros no sólo de la red de Aena, sino de buena parte de Europa, el futuro de la terminal alavesa pasa ahora, como en todo a lo que la aviación respecta, por una gran incógnita tanto en el transporte de mercancías como en pasajeros. Con las obras de remodelación de la zona de pasajeros previstas para que “retomen su curso natural en septiembre”, según asegura la directora del aeropuerto, Begoña Llarena, el crecimiento futuro de Foronda como infraestructura carguera parece irrefutable, habida cuenta de la solvencia mostrada durante los peores momentos de la pandemia.
Desde mediados de marzo hasta mayo, Foronda ha sabido sobreponerse al bajón de la carga aérea gracias al músculo mostrado por DHL -que busca ahora ampliar de nuevo sus instalaciones alquilando otra nave- y las operaciones relacionadas con el material sanitario. “Durante el estado de alarma las restricciones impuestas se han centrado en la movilidad de las personas y las operaciones de carga han sido fundamentales, principalmente para productos esenciales, de abastecimiento y sanitarios”, recuerda Llarena a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
En los aeropuertos cargueros estatales la caída de la carga aérea llegó a ser del 59,7% al inicio de la crisis sanitaria, aunque posteriormente los datos fueron mejorando levemente hasta un 47,3%. En Vitoria, la caída de la carga ha tenido un descenso acumulado del 8,1% en los seis primeros meses del año, mientras otros aeropuertos punteros, como Zaragoza, especialmente por la reducción de la producción de Inditex, así como Madrid y Barcelona, han sufrido estos meses fuertes golpes en su flujo de mercancías. El de Zaragoza acumula una bajada del 34% en el primer semestre del año, mientras Madrid y Barcelona suman en la primera mitad de 2020 un 26% y 33% de reducción, respectivamente.
La clave que ha permitido a Foronda superar con nota la bajada del transporte de mercancías mundial tiene que ver, según apunta Llarena, con que “en nuestro caso concreto la mercancía se ha visto afectada en menor medida debido al tipo de carga que caracteriza la operativa de Vitoria, la carga exprés, realizada por tres de las principales compañías integradoras: DHL/EAT, UPS y Fedex”.
¿Y cómo afronta el futuro la terminal alavesa, en un momento como éste de incertidumbre global? Para la directora del aeropuerto, “de ahora en adelante se espera una recuperación progresiva moderada, vinculada entre otros factores a la recuperación de la producción en la industria y al e-commerce”. Con todo, Llarena admite que “nos encontramos en un momento de incertidumbre en todos los ámbitos, también en lo que respecta a la recuperación de la actividad económica en industria, turismo y en los diferentes medios de transporte, como el sector aéreo”.
En cuanto a los pasajeros, despojado de todos los vuelos chárter que estaban programados para este verano, el aeropuerto empieza a mirar al futuro con la esperanza de que a unos meses vista la situación sanitaria mejore y, con ella, el turismo reciba de nuevo el impulso que parece le está faltando durante estas fechas. Así, la terminal cuenta ya con el primer vuelo chárter cerrado para el puente de diciembre. Un enlace que unirá la capital alavesa con Cracovia, precisamente uno de los primeros destinos que fueron cancelados desde Foronda por la crisis del coronavirus, al estar previsto inicialmente para la pasada Semana Santa.
Por su parte, los vuelos regulares regresaron a principios de julio al aeropuerto de la mano de Ryanair y Binter, que estrena presencia en Vitoria. La aerolínea irlandesa inició su operativa con los viajes a Milán (Bérgamo) y Palma de Mallorca, y a principios de agosto hará lo propio con Málaga y Sevilla. Por su parte, Binter vuela ya a los dos destinos anunciados en su día, Tenerife Norte y Gran Canaria. ¿Suficiente para que el aeropuerto vuelva pronto a los número previos a la crisis, con 150.000 viajeros anuales?
“El hecho de recuperar de manera progresiva los destino que tuvimos en 2019 no significa necesariamente de forma inmediata una recuperación en el número de pasajeros. El aeropuerto ha tomado distintas medidas para garantizar la seguridad de los pasajeros a su paso por nuestras instalaciones, y confiamos en que la recuperación de la confianza en el sector contribuya a elevar la ocupación de los vuelos”, aclara la directora.
Pero para que Foronda avance un paso más hacia su consolidación como terminal de pasajeros es necesario, especialmente para superar una crisis como la actual, que el volumen de viajeros no se quede estancado en las cifras previas a la pandemia, con esos 150.000 pasajeros a finales de 2019.
Para ello, las instituciones vascas ultiman la confección del nuevo concurso para la promoción de vuelos, que en principio estaba previsto para su publicación en julio. Con este acuerdo, que entraría en vigor en 2022 y para el que Ryanair continúa siendo la principal favorita, el aeropuerto contará a partir de ese año con más vuelos regulares de los que forman parte del contrato actual (cinco destinos).
Según constaba en sus últimos presupuestos, la Diputación pasará a aportar a ese nuevo contrato un millón de euros anuales durante cuatro años, el Ayuntamiento de Vitoria medio millón y el Gobierno Vasco tiene pendiente aún concretar su cifra, tras cuatro años en los que ha aportado medio millón de euros anuales. El objetivo, lograr que Foronda alcance los 500.000 pasajeros a medio plazo.