- Enclavada en el barrio de Apategi se encuentra la huerta de Antonio Santos, un jubilado con buena mano para los vegetales. Este año un curioso ejemplar de girasol común llama la atención en el terreno ubicado junto a las vías del tren. “Este mide ya 3,45 metros y todavía va a crecer más”, reconoce orgulloso el hortelano que cuida con esmero el ejemplar al que acompañan otros cuatro de menor tamaño. Santos sembró la semilla allá por el mes de marzo y espera cosecharlo en otoño. / Foto:
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