- El Sindicato de Enfermería en Euskadi reclamó ayer el aumento de las plantillas de enfermeras en las unidades de cuidados intensivos para que no se superen, en ningún caso, los dos pacientes por profesional, y poder dar así una mejor atención a las personas afectadas por el covid-19 y al resto de pacientes.

Satse recordó que, según el estudio Análisis de la realidad de las enfermeras y enfermeros, matronas y fisioterapeutas en los centros sanitarios, tres de cada cuatro unidades de cuidados intensivos de los hospitales públicos tienen un déficit de enfermeras.

Tal y como recoge este informe, en Osakidetza, de lunes a viernes, hay una media de 2,2 pacientes por enfermera en el turno de mañana, empeorando a 2,3 en el turno de tarde, noche y durante los fines de semana.

Según el informe Unidad de Cuidados Intensivos, estándares y recomendaciones del Ministerio de Sanidad, en las UCI de nivel asistencial III debería haber un paciente por enfermero o enfermera; en las de nivel asistencial II, 1,6; y en las de nivel asistencial I, tres pacientes por profesional. En Euskadi, al igual que en el conjunto del Estado, la mayoría de las UCI se enmarcan dentro del nivel III y II.

El sindicato subrayó que este déficit de enfermería en las UCI es una de las deficiencias constatadas en la lucha contra la actual pandemia del covid-19. Por ello, reclama que se refuercen estas unidades, que proporcionan una asistencia intensiva integral las 24 horas del día a pacientes críticos, con una vigilancia continua y un tratamiento especializado.

Por otro lado, Satse afirmó estar a la espera de que se debata “cuanto antes” en el Congreso de los Diputados la Proposición de Ley de Seguridad del Paciente. Esta norma, impulsada a través de una Iniciativa Legislativa Popular, establecería que en las unidades de cuidados críticos no se deba superar los dos pacientes por cada enfermera.