- Dentro de los trabajos de recuperación del patrimonio cultural del municipio de Amurrio, que está llevando a cabo el Ayuntamiento, también se encuentra la imaginería festiva. De hecho, esta localidad cuenta con una ingente cantidad de figuras de animación de calle a las que, al igual que pasa con cualquier inmueble urbano o documento histórico, el paso de los años les pasa factura y se hace necesaria una labor de restauración de cara a que perduren en el tiempo.
Así ha pasado con los cuatro cabezudos que, de titularidad municipal, datan de mediados del siglo XX. El grupo lo integran Señora, China, Diablo y Payaso y los cuatro han estado o están en el taller, recibiendo un necesario lavado de cara. En concreto, en julio del año pasado les llegó el turno a ellos y, en estos momentos, está siendo el de ellas, ya que presentaban un deteriorado estado de conservación, sobre todo en la zona de sujeción en los hombros, así como en nariz, pómulos y cejas, que se estima esté solventado para este verano. De la mejora de estas figuras -elaboradas a base de estuco, cartón piedra y poliéster- se está encargando la ceramista, escultora y arteterapeuta local, Susana Corbella Eguiluz, respetando los materiales y forma originales.
Para ello, primero aborda la limpieza, dada la ingente cantidad de polvo que acumulan; en una segunda fase, acomete la preparación del cartón piedra, el tapado de las partes necesitadas, la creación de los volúmenes necesarios, “capa sobre capa”, y la adecuación de la superficie; y en una tercera y última se centra en el pintado y aplicación de cera líquida, “porque el estuco no se trabaja con barniz”, aunque antiguamente se utilizaban escayolas, ceras, látex, papeles y pinturas acrílicas.
Con todo, esta no es la primera restauración por la que pasan estos cabezudos, ya que en el año 2000 ya fueron sometidos a otra por parte de la asociación local de mujeres Aurreraka y, en 2005, el Ayuntamiento encargó sendas réplicas de los cuatro (las que habitualmente participan en las fiestas, dado su menor peso) al taller de escultura Garate de Irún. El mismo donde se crearon en 2002, y por encargo municipal, la pareja de gigantes Fabián de Mariaka y Marigabon.
Ésta, por su parte, también fue restaurada en 2016 para mejorar su conservación de estructura y vestuario. Don Mariaka consta de cabeza, busto, caballete de madera, brazos y manos, ataviado con un pantalón, chaleco, chaqueta y bastón. Su compañera, Marigabon, a la que se le añadió una cesta de flores, es similar en estructura, y luce blusa, falda, delantal y collar con colgante.
De bailar a estos gigantes aldeanos se encarga la comparsa Bihotza de Orduña, con quien el Ayuntamiento tiene un convenio de colaboración. Por su parte, la chavalería es la que se encarga de dar vida a los ocho cabezudos: Señora, China, Diablo, Payaso, Municipal, la pareja de aldeanos y la bruja.