- Frente a la cara positiva en la lucha contra el covid-19, la bajada de infecciones y la absorción por el sistema sanitario de sus consecuencias, el balance de fallecimientos sigue siendo una referencia obligada en cada jornada. El domingo murieron en Euskadi 27 personas, seis de ellas en Álava. Es “la cara más terrible de esta pandemia global”, señalaba ayer el doctor Mikel Sánchez.

Desde que el coronavirus se manifestó en la comunidad autónoma se han registrado ya 831 decesos, tanto en hospitales como en residencias de personas mayores, el principal colectivo de riesgo ante una enfermedad que en gente mas joven y sin patologías previas presenta cuadros a veces severos, pero raras veces muy graves.

Junto a las personas mayores trabajan profesionales a los que Osakidetza está destinando los test rápidos remitidos por el Ministerio de Sanidad la semana pasada. Según Sánchez, hasta ahora se han llevado a cabo 2.656 pruebas, y de ellas 1.195 han sido para personal sanitario y socio sanitario. Por el momento, afirmó, no se practicarán test a policías o bomberos. Entre estas pruebas rápidas y las PCR habituales, hasta ahora Euskadi ha podido efectuar 38.800 test.

Por otro lado, la estrategia de separar a los convalecientes de los enfermos que se encuentran en peor estado, destinando a los primeros a hoteles u otros espacios, se mantiene pese a la descongestión que se está experimentando en los centros sanitarios. Así, en el Hotel Lakua de la capital alavesa hay un centenar de pacientes, y en el IMQ Igurco, la Clínica Álava, hay otras 57. Se trata de pacientes que aunque podrían recuperarse en sus casas se mantienen aislados para evitar la expansión del virus. Por otro lado, otras 434 personas están en régimen de hospitalización a domicilio en todo Euskadi.

Mientras estos pacientes se recuperan, y los centros hospitalarios atienden a los más afectados por el covid-19, Osakidetza participa en mas de sesenta ensayos clínicos para frenar el coronavirus, recordó Mikel Sánchez.