- Fueron de las primeras en adoptar protocolos de actuación contra el coronavirus fijándose en lo que ocurría en Italia. Aplicaron medidas preventivas antes de que el Gobierno de Pedro Sánchez decretara el estado de alarma. Ahora, sin embargo, muchas clínicas veterinarias esperan al día 14 para presentar ERTE como ya han hecho otras empresas, una medida con la que buscan minimizar los daños causados por la crisis del covid-19 causante de que sus consultas se hayan reducido un 70% y la recaudación una media del 50% durante las semanas de confinamiento de marzo. Así lo detalla la veterinaria Marisol Cuenca, de la clínica Salburua, una de las más grandes de Gasteiz. "Hay muchas clínicas veterinarias que ya preparan ERTE para presentar el día 14, también en Vitoria", ya que hasta ahora no han podido hacerlo o no prosperaban al ser considerada ésta una actividad esencial. Y eso, a pesar de que, de momento, ningún centro de Gasteiz ha echado la persiana de forma definitiva ("que yo sepa", puntualiza) como sí ocurrió en el país transalpino. "Seguramente no serán ERTE para toda la plantilla, pero sí para parte de ella; en otros casos se decantarán por reducción de jornada", sostiene Cuenca.

El estado de alarma español incluye las clínicas veterinarias como servicio esencial durante el confinamiento y, aunque en un principio no fue así, luego se rectificó. "Parece que ahora sí que nos cuentan como sanitarios de primera porque, la verdad, nos hemos llegado a sentir sanitarios de segunda, ya que no contaban con nosotros; ahora sí que lo hacen, incluso para pedirnos material como trajes EPI y respiradores", reflexiona Cuenca. Respiradores que los veterinarios ya han puesto a disposición del Gobierno Vasco, aunque aún no ha sido necesaria su utilización. "Los veterinarios nos mostramos orgullosos de pertenecer al colectivo sanitario y queremos ayudar como sabemos, cuidando de la salud de las personas y de los animales", declara. Pero también espera que, como servicio sanitario de primera que es, el IVA del 21% que los dueños de mascotas abonan se reduzca este año al 10% como ya estaba comprometido antes del coronavirus. Se trata de una reclamación que los veterinarios llevan haciendo desde 2012 porque no ven justo que sus clientes paguen más de lo que creen que les corresponde por la compra de medicamentos, etc; un desembolso de dinero que también hace que se acerquen menos a las clínicas veterinarias.

La crisis del coronavirus ha obligado a estos profesionales a variar totalmente su forma de trabajar. Una de las primeras medidas que adoptaron cuando las malas noticias de Italia comenzaron a conocerse fue posponer todas las consultas de medicina preventiva en mascotas y atender sólo casos de urgencia y animales enfermos, y con cita previa. Han retrasado vacunas y revisiones, así como la atención a animales con enfermedades crónicas controladas. Igualmente han pospuesto las cirugías no curativas, como las estéticas o limpiezas de boca, siempre que no sean imprescindibles.

Sí que mantienen la vacunación de mascotas y las desparasitaciones dada su relevancia, explica la veterinaria. Incluso los dueños de mascotas dejaron de entrar a esta clínica veterinaria de Salburua y tuvieron que esperar en la calle o en sus casas para regresar después de la consulta a recoger a sus perros, gatos etc. para evitar aglomeración de personas en la sala de espera. "Hasta que el Gobierno decretó el estado de alarma, cada clínica veterinaria aplicaba el protocolo italiano a su manera. En Vitoria se hizo muy rápido porque fue una de las ciudades afectadas, y mucho, desde el principio", puntualiza la veterinaria. Después llegaron las directrices de la organización colegial de España, basadas casi todas en protocolos italianos que en Gasteiz ya se aplicaban para entonces en muchas consultas.

El siguiente paso va a ser, como en muchos otros sectores, organizar la salida del confinamiento ante una posible avalancha de clientes cuando la situación se normalice dadas todas las consultas pendientes. En la clínica veterinaria Salburua ya han designado a una persona de las siete que componen la plantilla para que la próxima semana comience a llamar a los clientes con citas pospuestas y organice la agenda del mes de mayo con el fin de evitar aglomeraciones y que la atención sea escalonada.

El antes. Las clínicas veterinarias de Vitoria fueron de las primeras en aplicar protocolos preventivos fijándose en lo que ocurría en Italia y lo hicieron antes incluso de que el Gobierno de Pedro Sánchez decretara el estado de alarma. Cabe recordar que Gasteiz es una de las primeras ciudades afectadas por el coronavirus.

El después. Los veterinarios comienzan a organizar su agenda para cuando finalice el confinamiento ante una posible avalancha de trabajo debido a la cantidad de citas pospuestas por culpa del coronavirus. Quieren que la atención a las mascotas sea lo más escalonada posible a partir de mayo.

21%

De IVA. Las clínicas veterinarias de Vitoria esperan que el IVA de sus productos baje del 21% actual al 10% como ya estaba previsto y comprometido para este año. Es una reivindicación que llevan haciendo desde 2012.

50%

Menos de recaudación tuvieron en marzo las clínicas veterinarias en términos generales. Las pérdidas afectan más a los centros de atención generalista que a los especializados.

14

De abril. Es la fecha a partir de la que muchas clínicas veterinarias de Euskadi tienen previsto presentar un ERTE para intentar paliar pérdidas económicas. A pesar de ser un servicio básico el suyo, las consultas se redujeron en marzo cerca de un 70% por el confinamiento en sus casas y al centrar su atención en urgencias y posponer todo lo relacionado con cuidados preventivos a mascotas.

"Seguramente, no serán ERTE para toda la plantilla, pero sí para parte de ella"

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