- Le llaman el virus silencioso porque no se ve, ni se oye y en las primeras semanas la persona infectada ni lo siente. Pero pese a no tener voz, el coronavirus tiene fuerza y genera una oleada de miedo allá por donde pasa. Las personas mayores son uno de los colectivos más vulnerables frente a este virus porque, además de golpearles con ímpetu, también están viviendo este confinamiento histórico, en gran medida, en soledad para evitar ser contagiados. Pese a ello, Estefania González, psicóloga de Estefi Psicología, ubicado en Salburua, asegura que los mayores son más fuertes y también valientes de lo que se piensa.
¿Cree que los mayores están sobrellevando esta situación con más miedo por pertenecer al colectivo más vulnerable?
-Pienso que nuestros mayores están preocupados, pero igual que el resto de la población. No sé si mucho más en realidad, porque en muchos casos, yo creo que están más preocupados por sus propios hijos, que por ellos mismos. Pero, por supuesto que están angustiados, al igual que el resto de la sociedad.
Pero la sociedad habla de esa solidaridad de quedarse en casa por ellos, para protegerlos y se les recuerda la gravedad de las consecuencias en caso de infectarse. ¿Esto puede ser perjudicial para el estado de ánimo de los mayores?
-Puede causarles más miedo, pero es que es una realidad: son más vulnerables que el resto de personas y por eso se les protege. Pero yo creo que el miedo no entiende de edades, sino de cada persona y de cómo se lo tome cada uno. Habrá personas mayores que estén preocupadas por la situación pero también habrá gente que tenga mucho miedo, independientemente de la edad. Es una cuestión de personalidades y de cómo cada uno maneja la ansiedad y la incertidumbre. Es una situación nueva para todo el mundo.
¿Cómo debemos actuar para manejar esa ansiedad que comenta?
-Lo primordial sería mantener la calma. Ya sé que es muy fácil decirlo y más difícil llevarlo a cabo, sobre todo por el tiempo que tenemos que estar en casa. Al final, estamos más irritables, la ansiedad aumenta... Pero si conseguimos estar sin anticipar negativamente, sin irnos al futuro y disfrutando solo del ahora, podemos llevarlo mucho mejor.
¿Para las personas mayores es más complicado disfrutar del ahora si viven solas?
-Yo creo que quizás la gente mayor es más capaz de estar sola que la gente más joven. Lo digo, porque muchas de estas personas, que de normal, están solas durante mucho tiempo. Sí que será más duro, porque no pueden ver a los familiares, pero creo que quizás le cueste más a gente que viva sola y no esté dentro del grupo de tercera edad. Los jóvenes se mueven mucho y la tercera edad a veces no lo necesita tanto.
No obstante, serán muchos días sin hacer vida social. ¿Afectará después al estado de ánimo general?
-Creo que el aislamiento social es una causa de depresión. Puede ser que haya más gente que si, antes de este problema, no estaba pasando una buena situación, esto le acentúe sus dificultades: estar en casa, comerse más la cabeza, tener menos cosas con las que distraerse. Sí puede provocar un aumento de dificultades a nivel psicológico. Aunque, cuando todo esto termine, también tendremos energía doble para disfrutar ahora mismo de todo lo que no hemos podido. Este estado de ánimo tampoco entenderá de edades, será por la situación personal de cada uno.
Últimamente las redes sociales también critican a este colectivo porque aseguran que muchos siguen saliendo a las calles. ¿Qué opina usted?
-Creo que pueden pasar varias cosas. Por un lado, gente que no tiene infraestructura familiar que le pueda abastecer de necesidades básicas y habrá gente mayor que se vea obligada a salir a la calle. Y, por otro lado, gente que no está muy informada y sale. Pero también se da esto con gente que no es de tercera edad y sale a la calle incumpliendo las normas. Pero hay que quedarse en casa, para protegerles a ellos, es una labor de toda la sociedad. Tenemos que ser conscientes de que hoy hay hospital para todos y por eso es importante que nos quedemos en casa. La situación en el hospital de Txagorritxu es terrible. Tenemos que mentalizarnos de esto y quedarnos todos en casa.
Para que nuestros padres y abuelos no se sientan tan solos, ¿qué medidas podemos tomar?
-Lo primero que tenemos que hacer es no visitarles. Sobre todo si tenemos hijos porque pueden ser los que mejor transmitan el virus. Entonces, intentar no visitarles. Pero hoy en día con las tecnologías puede ser fácil que estén comunicados, aunque físicamente no estemos con ellos. Por ejemplo, con videollamadas para que no se sientan tan solos. Creo que los abuelos no tienen que cuidar ahora a sus nietos. Es tiempo para dejarles descansar un poco.
Es tiempo de pensar en los demás.
-Este virus ha demostrado la solidaridad de las personas. Creo que siempre hay que sacarle la parte positiva de todo lo que nos ocurre y creo que esto sería una de las más grandes: hay un montón de iniciativas de gente que se ofrece su profesionalidad de manera gratuita al resto. También hay vecinos que ponen carteles en el ascensor ofreciéndose para hacer la compra o ayudar en necesidades urgentes. Y habrá miles historias más. Me quedo con esta parte solidaridad para hacer un bien al resto. Tras este virus y sus contagios, nos estamos dando cuenta que somos seres sociales y que nos necesitamos los unos a los otros.