vitoria - La sede gasteiztarra de la fundación ADRA se ha convertido hoy en una improvisada escuela de teatro. Al fondo del pasillo, en una sala de mediano tamaño, una veintena de aprendices de todas las edades y culturas atiende las explicaciones de Arantxa López de Letona, instructora del grupo local Pánico Escénico, que se afana en enseñarles "unas pautas básicas" para que expresen diferentes emociones y estados de ánimo, como pueden ser el terror, la alegría, el enfado o el amor. Después dan rienda suelta al movimiento a distintos tempos, al ritmo de la mítica Chariots of fire de Vangelis o al del Carnaval, Carnaval de Georgie Dann, y posteriormente trabajan, de dos en dos, la improvisación.
La mayoría no tiene ninguna experiencia previa en el arte del teatro, pero "se ve que hay maneras", alaba la profesora. Son, todos ellos, los protagonistas del curso que esta ONG volcada en la plena inserción sociolaboral de la población inmigrante impulsa por tercer año consecutivo, y que cuenta de nuevo como temática con las propias migraciones. El alumnado, con la excepción de un joven gasteiztarra, proviene de lugares tan dispares como Ruanda, Perú, Venezuela, Camerún, Francia, Colombia, Marruecos, Guinea Ecuatorial, Cuba, Nigeria o Afganistán. Hoy es el segundo día de una formación que se desarrollará todos los martes hasta mediados del próximo mayo y que tendrá como guinda una mini gira por las localidades de Gopegi, Dulantzi y Gasteiz, donde el grupo representará frente al público una obra dividida en varios sketches que irán cobrando vida a lo largo de las semanas.
Los objetivos del proyecto, que cuenta con la financiación del área de Igualdad, Cooperación e Interculturalidad de la Diputación Foral de Álava, pasan por promover la sensibilización en torno a la diversidad cultural, poner en valor esa interculturalidad como elemento enriquecedor y romper los prejuicios y estereotipos que se asociación a la migración. En las dos anteriores ediciones del curso, las piezas finales han representado situaciones cotidianas que suelen tener a las personas migrantes como protagonistas, con temáticas como los procesos para adquirir la nacionalidad, las dificultades idiomáticas o la búsqueda de empleo, pero siempre con un barniz de humor. López de Letona, toda una especialista en el género, les ofrece para ello las herramientas adecuadas. "Se trata de representar historias y de que el espectador las conozca de primera mano, no con el qué dirán. Hay que tener mucho humor para salir de tu país por necesidad y hacer esto", reconoce la instructora. Tan gratificante puede llegar a ser la actividad que algunas de las integrantes del grupo de este año, como es el caso de la cubana Yanibis Rabeiro, son repetidoras. "Fue una experiencia muy buena. Algo mágico. Lo pasábamos súper bien y eso es lo principal. Mostramos vivencias que le pueden ocurrir a cualquiera a través del humor y el público lo tomó muy bien", recuerda esta joven. "Todos los años me sorprenden", reconoce de nuevo López de Letona.
soltura escénica Esta segunda jornada del curso que impulsa ADRA está sirviendo a sus participantes para que "se conozcan y se suelten un poco", apunta la instructora, pero algunos hacen ya gala de una soltura escénica que llama la atención. Es el caso, por ejemplo, de Luigui Pérez e Igor Parra, peruano y venezolano respectivamente, que ensayan un divertido sketch donde uno interpreta a un tendero con escasa audición. La lechuga que el segundo deseaba se convierte en una pechuga y las risas invaden el espacio.
"Nunca en mi vida había hecho teatro, pero creo que es una actividad positiva para abstraerse. La veo positiva por todos los lados", apunta Parra. Pérez, mientras tanto, sí acumula algo más de experiencia sobre las tablas. "He hecho teatro y ya conozco la adrenalina que se siente ante cualquier tipo de público. Para mí es un regalo que se haya dado esta oportunidad, porque este tipo de cursos tienen su costo", recuerda. La colaboración económica del ente foral va a permitir a los participantes disfrutar de esta formación de forma totalmente gratuita, así como desplazarse, cuando toque, a los pueblos donde interpretarán su obra.
Restan todavía muchas semanas por delante para que todo este trabajo previo cristalice. Son, tal y como describe López de Letona, días para "ir madurando las ideas, uniéndolas y puliéndolas", hasta dar con un resultado final que, lógicamente, ni ella ni sus actores conocen a día de hoy. "Los dos años han salido cosas distintas con muy buen resultado", apunta de nuevo la instructora.
Esta recta inicial del curso ha dejado ya, eso sí, curiosas anécdotas, como la que protagonizó el primer día de la formación Felicita Guevara. "Yo venía a ver una obra de teatro... ¡Y acabé haciéndolo yo! Me gustó mucho y hoy he vuelto. Estoy muy contenta, lo pasamos muy bien", reconoce con una sonrisa esta mujer peruana con apenas seis meses de residencia en Gasteiz. Muy cerca de ella, la venezolana Duvia Vargas se muestra "encantada" de haberse sumado a esta aventura, a la que se unió tras llegar preguntando a la sede de ADRA por algún curso. "Es algo maravilloso estar entre personas que nunca nos habíamos conocido y de tantos países diferentes. Es un reto maravilloso que nos pone la vida, que nos ofrece disfrutar de cada momento. Me siento muy bien con ellos y también con Arantxa, que nos ha transmitido mucha energía positiva", apunta esta participante.
"Es de agradecer que estéis aquí, porque esto no es vuestra prioridad a día de hoy", felicita a los participantes, mientras tanto, Sandra Llamas, trabajadora social de ADRA. El "agradecimiento" de Rabeiro va en sentido contrario, hacia la propia Llamas y López de Letona. "Para nosotros es muy importante poder contar nuestras historias y que la gente pueda conocerlas". Su profesora, a la que le gusta mucho decir que "la vida es teatro y el teatro es vida", hoy no encuentra mejor contexto para esta frase.
las frases
arantxa lpz. de letona "hay que tener mucho humor para salir de tu país por necesidad y hacer esto"
La instructora del grupo alaba la disposición de los participantes.
yanibis rabeiro "mostramos vivencias que le pueden ocurrir a cualquiera a través del humor"
Migrante cubana, esta joven repite presencia en el grupo tras la buena experiencia del año pasado.
igor parra "nunca en mi vida había hecho teatro, pero creo que es una actividad positiva para abstraerse"
Desde Venezuela, otro joven que apunta muy buenas maneras.
luigui pérez "para mí es un regalo que se haya dado esta oportunidad, porque este tipo de cursos tienen su costo"
Con experiencia previa en teatro, este joven peruano celebra haber podido acceder a la formación.
felicita guevara "yo venía a ver una obra de teatro... ¡y acabé haciéndolo yo!"
Esta vecina de origen peruano se acercó a ADRA a ver teatro... pero se encontró con el curso y se unió.
duvia vargas "es un reto maravilloso que nos pone la vida. me siento muy bien con ellos"
Venezolana, participa por primera vez y se muestra "encantada".