Vitoria - La sociedad pública promotora del proyecto del embalse de Barrón, Acuaes (Aguas de las Cuencas de España), ha desistido de ejecutar el proyecto así como de los planes definidos como fases 1, 2, 3, 5, 6 y 7 del plan de mejora y modernización del regadío de la zona regable de Valles Alaveses. En ese sentido, la directora general de la citada firma, Rosa Cobo, ha concluido en un escrito, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, que "la evidencia de un coste económico que desborda con mucho los términos financieros en el convenio de gestión directa de Acuaes y la imposibilidad de garantizar el adecuado cumplimiento de todas las condiciones contempladas en el DIA (declaración de impacto ambiental), muchas de las cuales se escapan de la capacidad real de hacer de esta promotora", llevan a la entidad a desistir de ejecutar el proyecto.
La carta de esa sociedad estatal está dirigida a la Subdirección general de Evaluación Ambiental de la Dirección general de Biodiversidad y Calidad ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica. Con ella se contesta a un escrito enviado el 20 de febrero del año pasado por ese departamento de evaluación ambiental que requería que se confirmase "la concurrencia de requisitos legales para una posible modificación de las condiciones de la DIA" a la luz de los nuevos requisitos que impone la ley 9/2018 de evaluación ambiental.
En la contestación, Acuaes recuerda que tenía conveniada la actuación del regadío en Valles Alaveses, con dos bloques de actuaciones. Por un lado la zona 4, y, por otra, el resto de zonas, de la 1 a la 7, todo ello con una inversión original inicial de 55.070.000 euros.
Sin embargo, en la zona 4 se han invertido ya 26 millones de euros "y se ha contratado la redacción de la subactuación del resto de zona, por un coste contabilizado que asciende a 1.391.114. Según el proyecto para el resto de zonas redactado, el importe de esa subactuación ascenderá a 160 millones de euros, y ello sin incorporar los costes de las obras y otras acciones exigidas en la declaración de impacto ambiental". Y añade que el proyecto no se puede llevar a cabo sin cumplir todos los requisitos "ante la magnitud y posibles afecciones ambientales del proyecto".
Acuaes confiesa no estar "en condiciones de garantizar el adecuado cumplimiento de la totalidad de dichas condiciones", y reconoce "dudas sobre la efectividad real de algunas de las medidas preventivas y correctoras que se proponen". Argumenta que algunas de estas condiciones "exigen acuerdos con propietarios cuya consecución parece, a priori, compleja, o tienen más que ver con la implementación de buenas prácticas agrícolas", pasando la pelota de esa responsabilidad "a las autoridades locales competentes en esa materia".
Y es que la carta de Acuaes ahonda más en esa desconfianza al señalar que "atendiendo al posicionamiento de la Dirección General de Medio natural y Planificación ambiental del Gobierno Vasco durante la tramitación de la DIA, entendemos que no están garantizadas la necesaria supervisión favorable y colaboración que exige la DIA del órgano autonómico responsable". Aunque el contenido de la carta de desestimiento del proyecto se ha conocido ahora, la verdad es que el escrito está fechado en Madrid el 20 de marzo del año pasado, a las 12.54 horas, y de esa decisión no se sabía nada, según reconocía ayer el diputado general de Álava, Ramiro González.
Reacción de la Plataforma Quienes sí tuvieron acceso en las últimas horas a ese escrito han sido los colectivos reunidos en torno a la plataforma No al embalse de Barrón, que ayer lo hicieron público y recordaban que con fecha 17 de enero de 2019 se publicó en el BOE la declaración de impacto ambiental (DIA) favorable del proyecto donde se incluye el embalse de Barrón. Con fecha 23 de enero, Ecologistas en acción solicitó la revisión de la DIA. El día 18 de febrero la Subdirección General de Evaluación ambiental remitió la solicitud de Ecologistas en acción a Acuaes, promotor del proyecto, para que informase de la misma. Y con fecha 20 de marzo de 2019 Acuaes contestó desistiendo de la ejecución del proyecto.
Esta decisión viene avalada por un informe de viabilidad que también fue solicitado por Ecologistas en acción, donde se concluía que el embalse de Barrón "no es viable" ni social, ni económicamente y que el impacto ambiental es muy fuerte y negativo, y además concluye que existen alternativas.
Desde la plataforma mostraron ayer su satisfacción por esta decisión que pone punto y final a la construcción del embalse de Barrón, y agradecieron a todas las personas, grupos sociales y políticos que durante todos estos años han estado trabajando para parar esta infraestructura hidráulica. El agradecimiento es especial a la fundación Nueva cultura del agua, a los tres botánicos alaveses que advirtieron y elaboraron un informe sobre la afección que la construcción del embalse supondría para una planta amenazada y por supuesto y de forma especial a Ecologistas en acción.
El colectivo, que nunca se ha mostrado en contra del regadío, sino solo contra el proyecto de embalse en Barrón, mandaba un mensaje a los agricultores, en el sentido de que, aunque se haya desestimado la construcción del embalse de Barrón, no quiere decir que no se pueda realizar el proyecto de mejora y modernización del regadío en la zona ya que el mismo informe de viabilidad expone que existen alternativas. Desde la plataforma siempre se ha apoyado a la agricultura y a los agricultores, pero no a costa de hipotecar económica, social y medioambientalmente el territorio, indicaron.