VITORIA - Este nuevo proyecto elaborado desde el departamento de Justicia y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco está teniendo mejor aceptación, incluso, de la esperada o prevista por los magistrados. Si bien su objetivo principal es acercar las leyes a los más jóvenes para que no haya desconocimiento a la hora de interponer una denuncia o para saber en qué aspectos ampara la ley, lo cierto es que los cerca de 70 alumnos que ya han participado en este proyecto han aprovechado su cercanía con los jueces para plantearles sus angustias personales o inquietudes de la propia sociedad. Por ejemplo, una de las cuestiones que más ha llamado la atención al magistrado Emilio Lamo de Espinosa es la formulada por una de las alumnas al preguntarle si “¿en una agresión sexual puedo clavarle un cuchillo a mi agresor?”.

Algunos alumnos también explicaron a los jueces que sus progenitores no se ponen de acuerdo a la hora de permitirles o no ir a alguna excursión escolar y preguntaron cómo pueden proceder en esas cuestiones que a ellos, como menores y niños, les afectan sobremanera. También hay bastantes dudas respecto a inmigración y derechos y, cómo no, dudas menos inquietantes y angustiosas como “¿cuánto cobra un magistrado?” “¿puede despedirse a un juez?”, o “¿los jueces lleváis pelucas?” también son algunas de las formuladas por los alumnos de los dos centros vizcaínos que ya han participado en la primera prueba de este programa.