VITORIA - Transcurridos poco más de dos meses desde que empezó la ejecución para implantar el bus eléctrico inteligente (BEI) en las calles de Gasteiz aparece el primer obstáculo en el camino que frena su desarrollo. Las proyectadas cocheras en el solar actual de los viveros municipales para que durante la noche los 13 vehículos se sometan a la recarga lenta de sus baterías no estarán concluidas hasta julio del año 2021 si se cumple al milímetro el calendario de plazos previsto. Así lo reveló ayer la responsable municipal de Movilidad, Amaia Barredo, en una encrespada comisión donde escuchó los reproches de la oposición (EH Bildu, PP y Elkarrekin).

El motivo de este inesperado contratiempo es la petición de evaluación de impacto ambiental protegida que demanda Gobierno Vasco en lugar de la simplificada que inicialmente se pensaba podía ser suficiente. El hecho de estar situada esa parcela de los viveros en las cercanías del Zadorra y ser una zona potencialmente inundable ha llevado a esta cambio de calificación. Confía la edil jeltzale en la tramitación burocrática del expediente para tener en “junio de 2020 esa declaración de impacto ambiental. Se precisarán después cinco meses para licitar las obras y otros ocho para la ejecución de las mismas”, precisó Barredo. De este modo, las hojas del calendario llegarán a julio del año 2021 para tener listo uno de los equipamientos imprescindibles para el correcto funcionamiento del BEI.

Restó importancia Barredo sobre estos puntos de recarga nocturna y puso como ejemplo la “línea Biarritz-Baiona donde las cocheras se van a ejecutar más adelante”. Aludió también al cercano caso de Donostia. Allí funciona el autobús eléctrico sin unidad de recarga fija nocturna y aludió a la existencia de dispositivos móviles para esa función que incluso son susceptibles de poder ser alquilados.

reproches DE LA OPOSICIÓN Tras escuchar estas afirmaciones llegó el aluvión de encendidas críticas desde EH Bildu, PP y Elkarrekin. Desde el bando abertzale, Félix González, aludió a la “falta de sincronización entre el proyecto del BEI y el de sus cocheras. Ambos son indisolubles e inseparables y sin cocheras no va a haber BEI”, aireó. Aludió además a cuestiones como la colocación de paneles fotovoltaicos sobre cada parada del bus eléctrico “planteada por EH Bildu en una moción del Pleno y votada en contra por el equipo de gobierno”, criticó

También desde el bando popular se escucharon feroces críticas por boca de su edil, Alfredo Iturricha. “Hacen un ridículo permanente con este proyecto y parece que lo alargan para justificar los contratiempos que surgen y se dedican a inventarse excusas”, indicó mirando fijamente a la responsable de Movilidad en la acalorada discusión.

Cerró la terna de reproches el portavoz de Elkarrekin, Óscar Fernández. Retrocedió en el tiempo hasta 2016, cuando era el único representante de Irabazi en el Consistorio, y advirtió de la particularidad de esa parcela de los viveros. “Se trata de una zona inundable que precisa un exhaustivo impacto ambiental”, se jactó ante el resto de ediles. Esgrimió también un informe de la ingeniería Idom y leyó una de sus demoledoras conclusiones. “Sin unas nuevas cocheras no se va a poder implementar el BEI en la línea Periférica de Tuvisa”, lanzó en su turno de intervención en dos ocasiones. “Quieren tapar lo mal que lo han hecho en este tema y están dinamitando los puentes con otros grupos como Elkarrekin, que apoyan el proyecto del BEI”, advirtió a modo de amenaza y con la negociación presupuestaria aún en marcha.

nuevo calendario de ejecución No fue ésta la única sorpresa que deparó la agitada comisión de ayer respecto al calendario de plazos en los que se mueve el BEI. Sin querer corroborarlo plenamente, la edil de Movilidad deslizó la posibilidad de acometer a lo largo de su trazado una serie de “mejoras sobrevenidas” que harán demorar el fin de obra “seis meses más”, esbozó Barredo. Hay cuestiones como la inclusión de un tercer carril en la rotonda de Esmaltaciones con el que se pretende dar más fluidez al tráfico, una vez que llegue a la circulación un nuevo actor como el BEI. La segunda de esas mejoras es la sustitución de colectores de agua en zonas como Zumaquera, calles Álava, Salbatierrabide o un nuevo asfaltado desde Mendizorrotza a Esmaltaciones” que terminarán obligando a incluir en el actual proyecto la figura jurídica de un “modificado o complementario”, indicó la edil.

De esta manera, el fin de obra del complejo proyecto del BEI se situará en el verano de 2021, echando por tierra la inicial planificación que situaba en el final de 2020 o comienzos del siguiente el fin de los 16 meses de obra iniciales.

Evaluación ambiental. El Gobierno Vasco ha exigido que este obligado trámite sea más conciso para una zona sensible como la parcela de los actuales viveros. Está en las inmediaciones del Zadorra y es potencialmente inundable. Esa nueva evaluación se espera llegue en el mes de junio de 2020.

Unidad de carga nocturna. Marquesina bajo la que se guardarán cada noche los 13 vehículos eléctricos para su proceso de carga lenta de las baterías.

Cocheras de Tuvisa. La edil de Movilidad empieza a diferenciar entre el punto de recarga nocturna del BEI y el resto de vehículos habituales de Tuvisa que, a falta de nuevos proyectos, seguirán durmiendo en Agirrelanda.