Vitoria - Sumándose a la polémica que se lleva arrastrando desde hace años, la parlamentaria del grupo popular, María del Carmen López de Ocáriz, ha presentado en la Cámara vasca una proposición no de ley para tratar de lograr la prohibición del uso del herbicida glifosato y la defensa de la biodiversidad en el País Vasco.

Recuerda la parlamentaria que, en los primeros días de septiembre, Alemania anunció la prohibición a partir del 31 de diciembre de 2023, del glifosato. Seguía así la senda abierta el pasado mes de julio por Austria, que fue el primer país europeo en prohibir este herbicida, el de uso más extendido en el mundo, pese a que la vigente normativa europea permite su utilización hasta finales de 2022.

Afirma la parlamentaria vasca que el principio de precaución forma parte también de nuestra legislación, tanto en el ámbito autonómico, hoy en proceso de revisión, como de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que lo incorpora en su artículo 2 g). Los efectos del glifosato sobre la biodiversidad parecen fuera de toda duda; y la dificultad de lo que Bayer denomina uso “correcto”, evitando que alcance cauces y masas de agua superficiales o subterráneas, es evidente, en particular “en un territorio como el nuestro”. Por esa razón, añade López de Ocáriz, y a la luz del principio de precaución, que lo exigible no es autorizar el uso de una sustancia porque no se haya acreditado su toxicidad para el ser humano; sino porque se haya acreditado su inocuidad, más allá de toda duda razonable, para personas y ecosistemas.

Por esta razón, la proposición no de ley presentada en el Parlamento Vasco insta a que la Cámara pida a las instituciones de la Unión Europea, al gobierno central, al Gobierno Vasco y a las diputaciones forales y los ayuntamientos para que se prohíba su uso, en aplicación del principio de precaución, por sus efectos sobre la biodiversidad, su impacto en el medio acuático y los riesgos de salud pública que representa, pese a que la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA) ha sostenido siempre que el glifosato no implica riesgos en la salud pública. - P.J.P.