Vitoria - Aunque los tiempos y la distancia sean en este caso lo de menos, solamente las personas que han tenido la oportunidad de participar en una prueba solidaria saben que los nervios previos que se pasan son igual de inevitables que en cualquier otra competición. Ayer mismo esto sucedió con la primera carrera contra el cáncer de mama y ginecológico que organizaban en Vitoria Asamma, la asociación gasteiztarra que agrupa a afectados y familiares, junto con la Fundación Vital, y la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ya que aunque este evento familiar, que destina la mitad de los seis euros de su inscripción a la investigación de esta enfermedad y la otra mitad a cubrir gastos de carrera, empezaba a las once de la mañana en la plaza de Abastos, con el desafío de cumplir sus cinco kilómetros en una hora, ya fuera andando o corriendo, para sus 1.750 inscritos su cuenta atrás empezó mucho antes. Así lo hicieron las semanas previas, como cuando las miradas al calendario empezaron a ser más de las habituales, para contar los días que faltaban para la misma, o como cuando no paraban de actualizar, casi compulsivamente, la aplicación del tiempo de sus teléfonos móviles para ver si las precipitaciones finalmente desaparecían de sus pantallas. Pero finalmente los nubarrones en este gran día no se disiparon, lo que convirtió a la pérgola de Santa Bárbara, desde las diez de la mañana, cuando llegaron los más madrugadores, en el mejor refugio para resguardarse de la lluvia que caía en Gasteiz o, por ejemplo, que la entrada del parking de este céntrico y remozado espacio fuera un improvisado vestuario para ponerse la equipación rosa de esta carrera, que al final se hizo contra viento y marea, gracias a todos estos héroes anónimos, entre jóvenes, amatxus, veteranos y dueños de mascotas, gente, en definitiva, de toda clase y condición, que finalmente superaron las expectativas más optimistas de los organizadores, logrando que esta marcha haya ya calado en su primer año en la sociedad.
Y qué más daba que el cielo llorara ese día, porque como resumía a la perfección Marisol Díaz de Cerio, presidenta de Asamma, poco antes de dar inicio al pistoletazo de salida a la carrera, “al mal tiempo, buena cara”, ya que el objetivo era unir a todo el territorio para luchar contra el cáncer de mama y el ginecológico para concienciar y sensibilizar a todos sobre esta problemática y simbolizar lo importante que es ir juntos en la misma dirección para llegar a la meta con más fuerza.
mochilas e Impermeables Resignados ya con que el astro rey no iba a brillar en la cita, muchos de los asistentes se animaron a poner en sus mochilas rosas sus dorsales, teniendo en cuenta que sus camisetas estaban cubiertas por chamarras e impermeables. Aún así hubo algunos valientes, como Blanca Jiménez, que lo hicieron con pantalón corto. “He venido calentando desde casa, así que no tengo frío”, explicaba esta mujer que decidió apuntarse porque le parece un “motivo excepcional” sudar por una buena causa, aparte de que correr, para ella, “siempre es una buena opción de domingo. Además, según añadía, “lo que más me gusta de esta carrera es que voy a correr también con chicos”, decía en clara alusión al 25% de hombres que agotaron los dorsales. Entre ellos, Gorka, Eugenio, Jose o Luisfe y más nombres masculinos que se podían leer debajo de estos números.
Desde que el reloj marcó las 10.45 horas, el cosquilleo en el estómago se acrecentó más entre los corredores cuando desde los altavoces, la organización recordaban lo poco que faltaba ya para dar comienzo a la misma, no sin antes dar las gracias a los 1.750 inscritos, todo “un éxito, porque no sabíamos cómo iba a responder la gente y lo ha hecho en masa. Estamos emocionadas”, resaltaban tras el micrófono Díaz de Cerio, junto a Begoña Uribe, secretaria de la junta Asamma y Txus Aguirrezabal, representante también de este colectivo. Tras estas palabras, comenzaron a apurarse los últimos cafés desde locales como el Atenea, desde donde empezaron a salir familias al completo rumbo al lugar de salida. Pese a ello, no cesaba el ir y venir hasta el pódium para hacerse las últimas fotos de familia. Entre ellos, un gran perro negro, participante también, dado que se permitían mascotas, y que empezó a ladrar, sin parar, por la energía positiva que se respiraba en ese gran día que recaudó 3.000 euros para la investigación.
1.750 participantes. Fueron los que tomaron la salida ayer en la plaza Santa Bárbara para recorrer las calles de Vitoria por una causa: el cáncer de mama. La solidaridad es lo que sacó a la calle a los participantes a pesar de que la meteorología poco acompañaba en este primer fin de semana otoñal en la capital alavesa, pero que, entre chaparrón y chaparrón, permitió que la carrera se disfrutara sin necesidad de abrir el paraguas.
Llegada a meta. Entraban en primer lugar, en 16:18 min., David Pereda en categoría masculina casi a la vez que Pedro Javier Sabino en segundo lugar y, a pocos segundos, Ion Unsuain que finalizaba en 16:23. A 2 minutos escasos de los chicos llegaba la ganadora, Sandra Martínez, en 18:21, seguida por la triatleta alavesa, Arrate Mintegui, en 18:50 y Laura García Mejuto en 19.27. No faltó la sesión de zumba, puestos y hasta una ludoteca.
Entrega del cheque. Tras la entrega de premios, la presidenta de Asamma, Marisol Díaz de Cerio entregó 3000€ a Seve Domínguez, jefa del servicio de Oncología Médica de Txagorritxu y representante de Geicam en Álava, grupo líder en investigación clínica, epidemiológica y traslacional en cáncer de mama en España. “Esta donación empujará los proyectos de investigación del cáncer de mama”, aclararon.