Vitoria - Lo de ayer fue más que una carrera contra el cáncer de mama en Vitoria. Prueba de ello fue el despliegue que los organizadores hicieron en la plaza Santa Bárbara, en la que entre los puestos allí instalados y el escenario principal hicieron por momentos recordar la alegría festiva que vivió la capital alavesa este agosto con motivo de sus celebraciones patronales. Entre esos stands no faltaba, por ejemplo, los de cosmética oncológica o una ludoteca en la que los más pequeños se lo podían pasar a lo grande probando su puntería con todo tipo de vacas o con los canastas instaladas para la ocasión. Al lado, otra caseta no pasaba precisamente desapercibida, debido a una gran vaca lechera, que Kaiku, uno de los patrocinadores del evento, había dispuesto para mostrar a los txikis cómo hay que hacer para ordeñar, para lo que no faltó un balde de metal en el que posteriormente poder recoger su preciada leche.

Si bien, uno de los más concurridos fue el de Asamma, con decenas de personas interesadas por él, tal y como se vio antes y después de esta prueba solidaria. Tras su mostrador estaba Begoña Uribe, secretaria de la junta de este colectivo de Vitoria que agrupa a afectadas por este tipo de tumores, así como a sus familiares y allegados. Y más satisfecha no podía estar, dada la acogida que la carrera y su puesto estaban teniendo. “Básicamente, damos información sobre lo que es Asamma, pero también estamos vendiendo las últimas camisetas para todos los que se han quedado sin dorsal y les damos también la mochila. Les damos la opción de que por cinco euros las tengan, porque muchos nos la estaban pidiendo, pese a que ya sabían que se habían agotado los dorsales”, subrayaba poco antes de que se diera el pistoletazo de salida a este evento.

Como aclaraba, “hay mucha gente que va a hacer la prueba caminando. Y también se han apuntado muchos hombres porque hemos querido que esta carrera se abriera a toda la sociedad porque el cáncer de mama implica a toda la familia e incluso ellos también pueden sufrirlo. Doy fe de que conozco casos. Es una carrera familiar”, resaltaba. Y tanto porque hasta las mascotas fueron bienvenidas a esta marcha solidaria, aunque, eso sí, con alguna limitación. “Las personas que lleven a sus perros, serán las últimas en salir”, matizaba. - A. Salazar